miércoles, 4 de enero de 2012

Un 23% de aprobación ¡Es mucho! (publicado por El Mostrador)


Yo estaría feliz si un 23% de los chilenos aprobara lo que hago. Incluso me sentiría muy satisfecha si ese porcentaje de respaldo lo encontrara entre mis amigos; pero ese mismo índice sería frustrante si hubiera pasado los últimos dos años de mi vida en busca permanente de popularidad. Frustrante, pero absolutamente predecible…
Porque cualquiera que superó la etapa escolar sin haber hecho de desadaptado, sabe que la aprobación popular es siempre un efecto indirecto, tanto más difícil de alcanzar cuanto más prioridad tiene en el orden de las intenciones. Porque querer que a uno lo quieran es tan natural, como natural es no querer al que va por la vida mendigando afecto, o al que busca amigos nuevos a costa de sacrificar a los que ya tenía. Y eso ¡precisamente eso! es lo que ha hecho Piñera: perder la fidelidad de los partidarios sin ganar a cambio el respeto de los adversarios.
La historia comenzó con Barrancones, cuando el Presidente demostró no entender que en un estado de derecho es mejor equivocarse al amparo de la institucionalidad que acertar al margen suyo. Lo que fue un telefonazo en el mundo del poder, se reemplazó luego por la toma en el del ciudadano.
Unos meses después, lo que comenzó como una concesión al movimiento estudiantil en el espacio público devino en debilidad- si no en cobardía- para defender la propiedad privada. En nombre del derecho a la educación se vulneraron derechos previos y fundantes, mientras el Gobierno demostraba incapacidad para mantener el orden público y, sobre todo, para defender los intereses de quienes no podían estar en la calle (muchos de ellos, estudiantes que aún no terminan el año académico).
En el plano de la ideas y cuando la satanización del lucro hizo furor, el Presidente no sólo perdió una preciosa ocasión para defender las ideas que se supone lo animan, sino que avivó el fuego prometiendo mayor fiscalización. Que el lucro no fuera ni la causa del problema ni el camino para resolverlo fue una idea que, simplemente, no fue capaz instalar.
Recientemente, lo que se prometió como un alza temporal de impuestos, se anuncia ya como un cambio definitivo. Y eso, mientras se discute una reforma tributaria que evidentemente no se explica por el deseo de los políticos de resolver todos los males de la humanidad (en cuyo caso se podría considerar la posibilidad de tocar las arcas fiscales), sino para satisfacer los deseos del pequeño resentido que cada uno lleva dentro.
Y mientras uno espera sin resultado que el Presidente que eligió diga que no es justo castigar el emprendimiento, y mucho menos pedir más cuando hay evidencia de que lo que llega al Estado se administra mal, ocurre que aparece uno de sus Ministros diciendo que el que tiene más debe dar más, como si por ley fuera posible imponer máximos morales. La agenda socialista marcando la pauta del Gobierno y, lo que es peor, impregnando su lenguaje.
En medio del caos, un Ministerio que no debería existir impulsaba medidas que fluctuaban entre el populismo (como la extensión del postnatal) y la estupidez (como la persecución penal a un twittero que, dicho sea de paso, constituye también un atentado contra la libre expresión).
En fin, la lista podría extenderse demasiado, pero sería solo para llegar a la misma conclusión. ¿23% de aprobación? No me parece poco, considerando que para los que votamos por él, su Gobierno ha sido francamente frustrante.

9 comentarios:

  1. Hola, Teresa Marinovic.
    ¿Como es esto Teresa?. Muchos comentarios en El Mostrador y nada o pocos aquí?. ¿No tienes público en tu blog; no el suficiente que busque leerte, conversar o discutir contigo en el ambiente propio de la visita a una cercana, que habla su lenguaje, alza la misma bandera, les inspira en la misma frecuencia de onda?. Si esto es cierto, la tarea de escribir sobre estas cosas, es tarea perdida si sigues en El Mostrador.

    Quizás te ha gustado esto de hacerte de un público adversario, que te responde, agrede y dispara imbecilidades contra tus escritos, pero has descuidado a los que deberían estar en tu vereda, explorando contigo las ideas que has decidido poner en la mesa pública...

    O quizás, peor, la explicitación de las ideas y visiones del conservantismo fundamental que tu invocas, no tienen oidos que las escuchen. Seguro, hay gente en esta vereda, pero el mal es mas fuerte: tu gente parece no tener interés en ideas explícitas que le demuestran como está conformado el mundo que aceptan; simplemente lo viven, ignorando las teorizaciones y conceptos que le obligarían a una mínima complicación. Si esto es cierto, ni siquiera sirve El Mercurio para hacer trabajo de convicciones.

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  2. Debo continuar, Tere:
    hace ya algún tiempo que escribes de política dura, algo mas lejos de la exploración original,cargada entonces de insinuaciones temáticas, mas que de declaraciones y llamados.
    Así pues, salto sobre generalizaciones y voy directo a la cuestión que me interesa. Lo que tu y yo llamaríamos "visión de derecha", no ha sido aún trabajada, ni menos definida. Digamos que en Chile, al menos, el sector ha sido cuidadoso en evitar el trabajo teórico, quizás por defecto histórico o quizá por un conveniente sentido táctico: siendo la derecha una suma de barones, mas que la izquierda.
    El Gobierno de Piñera, nos ha puesto frente a esta grave carencia. Tu señalas, que el Gobernante no ha traído a gobernar "nuestras ideas" ¿las tenemos en términos que puedan considerarse comunes? ¿forman un cuerpo doctrinario coherente y sólido?. En tu artículo, invocas mas bien ciertas convicciones personales y algunas reglas económicas emitidas por el CEP o por Libertad y Desarrollo. Ninguna -de estas últimas- sirven siquiera para inspirar compromisos, ni sueños ni militancias. De las otras, comparto algunas, pero están expresadas en la única forma en que no podrían serlo, en un escrito que pretende ser político. Y las que no puedo compartir, son aquellas que no pertenecen a este mundo, inviables,insostenibles y que nos anticipan una derrota inevitable.
    Las ideas de derecha que deberían estar sobre la mesa, son aquellas que han cambiado el mundo y que pueden ser asumidas y sentidas por débiles y fuertes, que han permitido vencer el dolor y la miseria, desplegar las fuerzas espontáneas de la sociedad y traer grados de dignidad no conocidos en la historia de la humanidad.
    Sin embargo, somos suicidas: no las exponemos o no lo hacemos bien. Lo que decimos, lo expresamos mal y suena peor. Es el costo de la renuncia al trabajo teórico y de un abandono en la búsqueda del tono.
    Te empeñas en escribir y comunicar, tienes buen decir, pero estimo que debes hacer una travesía previa si vas a hablar de política desde la derecha. La tarea es demasiado importante para asumirla solo con empeño voluntarista, Teresa.

    Valoro tu entusiasmo y tu templanza, ni que hablar de tu inteligencia y convicciones, luz en tiempos de sombras y decadencia. Pero podría llegar el día en que adviertas que el tiempo ha pasado y que tu empeño fue insuficiente ayuda, que la demolición, la estupidez y el hombre standarizado están venciendo.

    Podrías hacerlo mejor, Teresa.

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  3. Ha sido frustrante, en efecto, porque esperábamos algo más. Pero me parece un hecho que ese 23% existe: no es muy visible, pero lo percibo igualmente en las opiniones de las personas.
    De todas maneras, la reacción ante cierto evento reciente me hace pensar que la defensa de derechos "previos y fundantes" sería mejor atendida en el futuro.

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  4. ¿Tendra acaso que ver el hecho de que se gobierna solo para el 23% de las personas de este pais? Tiene usted la costumbre de naturalizar todo como si los procesos sociales se fundamentaran en leyes newtonianas ignorando todo el respeto por la construccion social individual. Los ciudadanos no lo queremos porque defiende intereses de los pocos dueños de nuestro pais a escodidas, con letra chica y discurso demagogico y doble, no porque quiera estar bien con dios y con el diablo. Todos sabemos para donde apunta, todavía mas nos molesta que se haga el weon, el lobo con piel de obeja. Ese 23 son aquellos que animan el chaqueteo, la traición y la toma de desiciones por tecnocratas a cuatro paredes. Los mismos que saben que en chile la corrupción es la ley y que puedes ser dueño de ella.

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  5. Cristián, NIC: al parecer, tendremos que conversar sin la Tere. Mencionaré solo dos o tres cosas.
    Encuestas mas o algunas menos, no puede negarse que el sentimiento y la percepción de derecha o centroderecha, supera en mucho el 23% y que ese pueblo, en mucho, no entiende el mundo sin esfuerzo personal, sin la aspiración al reconocimiento de los méritos en todos su ámbitos; la mayoría de ellos no deja de contar con un Dios personal y entiende que la vida sin un orden valórico ajustado a la espontaneidad biológica, que tiende a un propósito natural, deviene desorden y sufrimiento. Desde luego, para ellos la cuestión de la libertad personal es la cosa capital, aunque la cuestión nunca está resuelta suficientemente, pues la libertad se opone a todo poder, al burócrático y a las concentraciones o sumas originadas en el orden civil y peor aún, para hacer posible el máximo de libertad -que o es del individuo o es nada- es exigible siempre enfrentarla al bien común, para advertir cuando ella puede volverse contra sí misma. Nuestra derecha, parece ignorar el dilema y sostiene aún ideas y discursos que no son aptos para este tiempo, léase: insostenibles en política.
    De esto se ha escrito demasiado y mucho se ha desatendido.
    Tal es nuestra tragedia, que queda expuesta y supurante, pues no hemos asumido la cuestión como una tarea del mas alto valor político.
    Nuestro mundo de libertad y opulencia, que ha permitido alargar la vida y acaso nos de una perdurabilidad no conocida, ha producido sus antinomias: nunca ha existido una civilización como la nuestra, que se ha puesto como objetivo puro y simple la sola búsqueda de la felicidad. Por un lado, luego de siglos de historia de dolor, todos asumen tener derecho al goce de este mundo: es un reclamo de equidad. Por otro, el progresismo, la disolución, el voluntarismo y constructivismo social, que entrega el objetivo de un mundo cada vez mejor a la sola ingeniería política, desechando la vida moral. Ambas dimensiones son el guante del socialismo moribundo que debemos recoger y superar.
    El pensamiento de centroderecha en el mundo, es capaz de resolver todas estas cuestiones centrales; el fracaso del socialismo no dejó en pié si no nuestras ideas, sin embargo en Chile, alcanzamos el gobierno y lo ejercemos, sostenidos en improvisaciones, sin tono ni acento, sin una prédica ni épica con aptitud de ser declarada en la esquina de nuestra calle.
    No son nuestras ideas las insuficientes, es el tono necesario para crear mayorías entusiastas, es el estilo del apostolado cotidiano que requerimos para hacer política en democracia, frente al progresismo intolerante. Es el trabajo que nos falta y que -ahora lo sabemos- subvaloramos y dejamos en el camino.
    Lo hicimos por soberbia -nuestra derecha, tan ligada a poderes alejados de los códigos del hombre común- y por simple estupidez.

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  6. Han pasado muchos días. ¿Que ta pasó Tere?

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  8. Tere

    Disculpe pero me voy a alejar un poco del tema central.

    Veo que su coalición (o la posición política que simpatiza) está tan o más enredada que la concertación; veo que además el conservadurismo (la UDI y parte de RN) marca cada vez más diferencias a sus "aliados" y con una buena parte del país; entonces, no me queda más que preguntarle

    ¿Qué esperan de las elecciones del 2014?, ¿Cree que el binominal seguirá siendo generoso y los mantendrán en el alto poder?

    Saludos

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