Yo puedo tener mis diferencias con Martínez pero la nobleza de mi estirpe me obliga a darle la razón cuando la tiene, y esta semana compensó con una frase notable todos los errores que pudo cometer en el pasado. Porque cuando el Monarca de la CUT afirma que “hay profesores de filosofía detrás de toda esta cuestión violenta”, estoy segura de que no estaba pensando en Platón, sino en individuos como el Senador Navarro, como Abimael Guzmán o como yo: todos colegas, por cierto.
Lo que Martínez hace, por tanto, no es poner en entredicho a filósofos como Tomás de Aquino o como Kant, sino a la manga de inútiles que yo integro. Inútiles en primer lugar porque somos incapaces de generar riqueza y porque estamos obligados a profitar de alguno que pueda hacerlo (en mi caso particular, de mi marido; en el de Navarro, no lo sé). Inútiles también porque si fuéramos capaces de contribuir al debate, éste no carecería como lo hace, de todo rigor lógico. Pero no solo inútiles ¡inútiles subversivos! De esos que en palabras del Pseudopresidente de la CUT, “le llenan la cabeza a los cabros de porquería”. Que Navarro no se enoje pues, porque está bien que Martínez diga excepcionalmente la verdad.
Y aunque sean pocos los que lo crean, el dirigente dice la verdad: las ideas ¡la filosofía! termina siempre en la calle y muchas veces, a piedrazo limpio. Desfigurada, transformada en consigna si se quiere, pero llega. Convertida en eslogan e infranqueable al diálogo racional, pero llega. ¿Y quién la lleva a ese lugar? ¡Los profesores de filosofía! ¿Cómo? Prostituyéndola.
Porque cuando el debate público pierde su forma racional: cuando el diálogo y la pregunta son suplantados por la respuesta sabida de antemano, lo que hay es una crisis de las ideas, una deflación de la filosofía. Y lamento decirlo: de ahí al peñascazo hay un paso bien corto.
El conflicto estudiantil es el mejor ejemplo de lo que digo. Un grupo extremo habla desde una ideología inspirada en Marx a quien, obviamente, no ha leído; la masa se compra el discurso de la gratuidad entusiasmada con la promesa de una educación que les abrirá la puerta de entrada a la sociedad de consumo; y el Gobierno responde desde su uniperspectiva técnica. Ninguno manifiesta una apertura real a pensar las cosas desde una consideración más profunda ¿Y por culpa de quién? De la falta de filosofía o de una filosofía clase turista que sirve para lo que sea menos para dar con el fondo de las cosas.
Por eso y haciéndole honor a Martínez, no me queda más que decir que en esta oportunidad el dirigente tiene toda la razón. Y por eso espero agradezca el homenaje que hoy le rindo con algo sencillo ¿Un almuerzo?
En su opotunidad Jaime Gajardo corrigió a Martínez: "No son los de filosofía, son los de filozofia", le dijo.
ResponderEliminarHas dicho una lastimosa verdad
Precisamente, las respuestas conocidas de antemano extinguen cualquier posibilidad de debatir o reflexionar.
ResponderEliminarUsted, señora Marinovic, reduce el dialogo siempre a los mismos paradigmas, teniendo, eso sí, el cuidado de excluir todo aquello que pueda resultar molesto a su forma de ver el mundo. En este caso, por ejemplo, lo que hace es criticar a todos aquellos simples mortales que no se dedican a estudiar a todos estos grandes pensadores, si no que más bien van directamente a la acción. Arguye como causa principal de los desordenes a la falta de filosofía, como si beber el árbol del conocimiento fuera la garantía sine qua non para inundar al mundo de paz y trabajo ( que es el mundo perfecto que usted proclama). Debería saber que no es del interés de todo el mundo leer, por ejemplo, a Kant, de suyo complejo. Para algunos es preferible tomar algunas ideas base, ver el mundo y analizarlo de acuerdo a su perspectiva, y... acción. ¿ Es esto la causa del conflicto y de la violencia? No lo creo. No solo de libros vive el hombre. También debe ser un perspicaz observador del medio en que se desenvuelve, y debe saber interpretarlo para así poder acomodar lo que observa a la acción.
ResponderEliminarEntonces, ¿qué es lo que observa esa persona en el mundo actual? La injusticia y la miseria. No solo material, si no también moral. Aquí me pregunto entonces por que usted no pone el grito al cielo contra esta realidad. ¿ No hay críticas a los empresarios por aprovecharse de los menesterosos? ¿ Acaso no sabe que pagan sueldos indignos? ¿ Acaso no sabe que la sociedad actual está estratificada, donde algunos pueden hasta coleccionar autos, mientras otros deben contentarse con viajar por horas a sus trabajos, abarrotados como animales?, ¿ Por qué no critica a todos aquellos que acumulan capital como seres carentes de humanidad, como potenciales moradores del infierno, que más bien parecen camellos por ser ricos, que no entrarían por el ojal de una aguja? ¿ Por que no critica la soberbia de aquellos economistas que piensan que la solidaridad está pasada de moda, que ahora todo se resuelve con el sistema de la libre competencia, que la asistencia ya es cosa del pasado como si los humanos ya no necesitaramos de la ayuda al projimo?
No señora Marinovic, usted elige los temas a su conveniencia; eso no es coincidencia. Siempre favoreciendo un solo lado de la verdad, y no ve más allá de sus narices. Levante la cabeza, vea otras realidades, impregnese del verdadero mundo, y deje de aleccionar en un nido de oro, que otros actúan de manera distinta por que les toca vivir otra realidad.
http://persuacionmistica.blogspot.com/
ResponderEliminarhugo fuentes, no seas patético. busca una forma más digna de promocionar tu blog
ResponderEliminarPor que patético? ahí expuse mi pensamiento del tema; al que le interesa que vea el blog. Es sólo para difundir las ideas. Mala onda Diógenes.
ResponderEliminarEncuentro un poco destemplada la reacción de don Hugo. Pienso honestamente que Martínez tuvo razón en sus dichos, el subconsciente lo traicionó y le salió del alma, que haya sido obligado a retractarse es otra cosa, creo que sigue pensando lo mismo.
ResponderEliminarPero si es fácil ver de donde se nutre la izquierda de sus violentistas y se darán cuenta que Martínez no estaba inventando nada.
Hunter, gracias por tu comentario. Yo tampoco creo que las soluciones sean con la violencia. Sin embargo, pienso que no es la única causa de ella los ideales marxistas o anarquistas. Existen otros mas que Teresa Marinovic omite mencionar, y a eso iba enfocado mi comentario.
ResponderEliminarNo sé si sarcasmo, pero creo que noté un toque satírico en las palabras de Tere (si no le molesta).
ResponderEliminarSi no es sátira la palabra, me corrigen
Pero encontré divertida la forma de razonar mediante argumentos simples, no necesariamente menos válidos.