miércoles, 22 de junio de 2011

“¡No fuimos nosotros, fue el mercado, idiota!”(Publicado por El Mostrador)

Esta columna reproduce un diálogo entre dos altos ejecutivos del retail, ingenieros comerciales con MBA, por cierto. Contiene por eso un lenguaje abultado de tecnicismos que el lector promedio puede no entender. Ofrezco disculpas si así fuera, pero se trata de una transcripción textual:

 “La señora Juanita nos debe un refri y vamos a quedar como ‘El rey de los h…’ de tanto jurar y rejurar que el chileno es buen pagador”

“Ponle que debe dos o tres refri nomás- no te preocupís- si la Juana ya nos calzó”.

“¡No te pagó uno y te va a pagar dos!”.

“¿Vos creís que yo soy gil? ¡Obvio que no los va a pagar! La cuestión es que la deuda no parezca impaga. La cartera vencida es la que nos mata, asopado”.

“¿Tú decís que es llegar y ponerle el valor de dos refri en vez de uno?”

“Si poh, es un papel nomás. ¿Por qué cresta tiene que decir 10 y no 20? Esa es la gracia del mercado de capitales, que el papel aguanta muuucho (si no, pregúntale a Lagos)”.

“Si la cuestión no resulta, los margarita sociales van a empezar con la cantinela  del retail, de la regulación, del mercado…”.

“¿Cachai por qué te digo siempre que no tenís habilidades blandas? ¡Por eso, pos! Eso es lo que tenemos a favor: si la cuestión se destapa o más de alguno empieza a cachar, nadie va a querer reventarnos. Sería un mega escándalo que no le conviene a nadie: ni al retail, ni a colocadoras de bolsa, ni a los bancos, ni a los analistas de riesgo, ni a las auditoras, ni a la súper, ni a los políticos ni al gobierno. Ese es el seguro que tenemos, no el riesgo ¿Me entendís ahora?”.

“No sé, y la señora Juanita, compadre… la señora Juanita va a ver que nos debe dos refri, no uno, y puede cantar”.

“Ya te dije que te olvidarai de la Juana. La cosa acá es que suban las acciones, los bonos, las stock options… tú sabís que ladrón que le roba a ladrón tiene cien años de perdón y aquí estamos hablando de acciones, compadre, no de cargarse a la Juana. Y si los tarados se compran el cuento, cosa de ellos”.

“Puede que la Juana no pague ni cache, pero los bancos- perro- los analistas de riesgos, las auditoras…”

“Lo que falta es que te pongai laguista ahora, con eso de que las instituciones funcionan. Acuérdate de mí que los vai a tener a todos recomendando la empresa, solo porque le cobramos dos refri a la Juana”.

“Pero socio, no vai a apostar a que todos esos gallos no miren las colocaciones. Todo el mundo sabe que somos de los más chicos del retail, más de algún pillo va a cachar que las colocaciones de Falabella no pueden ser iguales que las nuestras”.

 “¡Tai más loco! ¿Cómo vai a tasar una empresa o el valor de una acción mirando las colocaciones? ¡Te pusiste alemán! Acá la cuestión es convencer a la elite bursátil de que la Polar la lleva, ¿me seguís? Lo que tenemos que vender es un papelito ondero ¡Te lo doy firmado! Tamos en Chilito, compadre, demás que no miran las colocaciones. Y si las ven, capaz que no cachen igual ¿O tú creís que el problema de la comprensión lectora no lo tienen todos estos gallos con MBA? No compadre, acá desde el gásfiter hasta el winner de Sanhattan ¡ninguno hace la pega! Y en el país de los ciegos, el tuerto es rey. Tú cachai que hacer negocios es aprovechar oportunidades y acá hay un nicho cantado: el de los indolentes”.

 “¿Tú creís?”.

“Si, jetón, tenme fe. Esta cuestión es simple”.

“¿Y los directores?”.

“¿Los directores? ¿Vos no cachai que tener un directorio ahora es como tener un título nobiliario? ¿Te veís a esos príncipes, hijos de reyes, analizando balances, pidiendo información y cotejándola? ¡Te fuiste al chancho o venís llegando del País de Nunca Jamás! Imagínate al señor Errázuriz con la señora Larraín diciendo: ‘Ya, un mademsa, código B0Cv11233bac4, comprado el 2004…’. No seai ingenuo”.

“Y el Sernac… qué onda si la señora Juanita va al Sernac ¿Tú cachai a Peribonio?”.

“Obvio que lo cacho, pero no va a ser la Juana la que nos friegue, si es ella la que nos tiene hasta las masas. Y por último, le condonamos la deuda, no terminai de entender que la Juana no pierde nada acá. Lo que importa es salir del túnel por la Bolsa”.

“No sé, loco, uno nunca sabe. ¿Y la prensa… El Mostrador, por ejemplo, esos gallos no dejan títere con cabeza? ¿Qué pasa si cachan?”.

“Ah, esos tipos son nefastos, izquierdozos del red set, pero su onda es como más politiquera”.

“Hace años ya que en este país los únicos que funcionan son los periodistas, en una de esas porque viven del destape de escándalos. Además, lo que tú decís se ve como demasiado fácil pa ser verdad”.

“En el peor de los casos, todos cachan y se quedan callados. Ya te dije ya, a nadie le convienen estas cuestiones”.

Un tiempo después…

“¡Te dije! Te dije que la señora Juanita podía hablar”.

“Teníai razón, y eso que yo te encontraba ultraconservador. Pero me tenís que conceder que acá ninguno de los giles hizo la pega. Ni los bancos, ni las corredoras, ni la súper, ni nadie y yo eso te lo dí firmado. Los analistas de riesgos, compadre, pa matarse de la risa: de aquí en adelante los van a poner a escribir el horóscopo”.

“Pero miraste en menos a la señora Juanita…”

“No, no fue la Juana ni el Sernac, fue la prensa. Pero como cachan poco, van a insistir en que a la Juana le cobraron dos refri, y no uno. Con eso nos dan la oportunidad de bajarle un poco el perfil a la cuestión concentrándonos en los clientes. ¿Te tinca si decimos que en 48 horas solucionamos el problema?”.

“¡Vos te volviste loco!”.

“No pos, si los periodistas hacen la pega, pero tenís que contar con que los de la tele son bien ignorantes y sentimentales, y no van a entender que la estafa no era contra la Juana. Lo pasamos bien, perro, no podís negarlo: año sabático, premio al ejecutivo de la década, la plata que ganamos vendiendo una sociedad en las Bahamas…ahora a apechugar nomás, tú sabís que los negocios tienen un riesgo”.

“Se acabó la fiesta, parece y yo estoy que dudo del mercado, pelao ¿qué querís que te diga?”.

“No seai injusto, guatón, si el mercado funcionó. Hasta un académico de la universidad de Pelotillehue habría podido cachar que el 100% de las ventas que hacíamos era a crédito y que dábamos un plazo de 400 días mientras el resto daba 180. Acá hubo una colusión entre frescos carepalo y flojos que no hacen la pega. El mercado funciona, pero no es agua bendita ni remedio pal pecado original…”.

“¿Tú decís que el mercado no es remedio pal lucro?”.

“No se llama lucro, gil, se llama codicia, pereza, mentira, pero no lucro. Vos que erís medio cartucho debierai cachar la diferencia. Na que ver el lucro ¿o ahora vai a decir que la Juana no puede lucrar del mote con huesillos que vende en el Centro? La carita de la Camila te anduvo confundiendo parece…”.

“No sé, me siento como “El Rey de los H…”.

“Es que erís un poco, pos, qué se la va a hacer. La cuestión es que al final nos piteamos a la la Juana: no nos pagó el refri pero se quedó sin plata pa la jubilación. Los negocios pos, compadre. Lo bueno es que mi conciencia, compadre, mi conciencia la tengo súper tranquila”.

5 comentarios:

  1. ¡Excelente columna! La profecía de Schumpeter se está cumpliendo y el capitalismo se destruye a sí mismo. La gente ya no cree en el mercado ni en las instituciones --que funcionen no es suficiente para que sean buenas--. "No al lucro" "No a los proyectos aunque en el papel parezcan ecológicos (v.g. La Farfana)".

    ¿Dónde está el límite entre la 'sana codicia' --a falta de una mejor palabra, como decía Gordon Gekko en Wall Street (aunque sonaría más inteligente si citara a Adam Smith)-- y la otra, la que no tiene ninguna moral?

    Enrique.

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  2. En todo caso, mi columna fue cualquier cosa menos un ataque al mercado... salvo que hablemos de "nuestro" mercado de profesionales.

    Lo que pasa es que una cosa es que el mercado sea un buen o el mejor sistema económico, y otro que sea el remedio o el antídoto contra la frescura.

    Como decía el Papa a propósito de la crisis subprime, la crisis no es económica, es moral...

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  3. Yo no estoy en contra del mercado --y ciertamente Schumpeter tampoco lo estaba--, de ahí mi dilema.

    En lo que este caballero parece que acertó es en que el capitalismo (él usa el término) tiene adentro "el germen de su propia destrucción" (La frase es siútica, pero expresa bien la idea).

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  4. es curioso, pero lo que decis se aplica también a la democracia como sistema político.

    Mi impresión es que a fin de cuentas una sociedad no puede estructurarse en base a un sistema económico ni en función de un mecanismo político, sino en torno a una idea de bien.

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  5. Enrique, puedes explayarte un poco? Estoy pensando tomar este asunto para una columna

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