martes, 14 de diciembre de 2010

Identidad partidaria ¡Chicas de plástico! (Publicado por El Mostrador)


Cualquiera que pasó los treinta y está por llegar a los cuarenta puede solidarizar con el que experimenta una crisis de identidad, incluso si se trata de partidos o conglomerados políticos. Pero las consideraciones que se han hecho a propósito de la crisis por la que pasan todos nuestros políticos la transforman en algo divertido, o pintoresco, por decir lo menos.

Primero, porque se dice que la culpa de todo la tendría el cambio de gobierno: este movimiento de tierra los habría dejado a todos desconcertados. A mí esa explicación no me convence,  porque cuando uno se queda sin pega o consigue una nueva no se pregunta ‘quién soy’ sino ‘qué hago’… salvo que llegar al poder o mantenerlo fuera la respuesta a la primera pregunta, en cuyo caso los políticos podrían clasificarse dentro de dos grandes géneros, el de los ambiciosos y el de los apernados.

Otra de las curiosidades de esta crisis de identidad es que esos mismos que andan medio desorientados estén hablando de de ‘convocar a una nueva mayoría’. Yo puedo entender que uno quiera juntar gente en torno a una causa, pero querer ser más no se sabe muy bien de qué, es como ridículo ¿O no?

Por otra parte, la crisis tampoco se ve fácil de superar… para empezar, porque lo que hasta ahora cada grupo ha logrado saber de sí mismo es re poco.

La nueva derecha no quiere ser conservadora. Los demo, no quieren ser ni de derecha ni de izquierda. Y la izquierda- que tiene las cosas más claras- no puede hablar demasiado porque no tiene quórum para lanzarse con lo que realmente le importa.

En suma, la crisis parece estar en una fase adolescente, marcada por la distancia respecto de los padres y por la asimilación con el grupo de los igualmente desorientados.

Para peor, todos quieren dejar fuera lo único que puede hacer diferencias sustantivas, quizá porque eso sea incompatible con la convocatoria de mayorías, al menos en el corto plazo. No estoy hablando de fijar posturas: a favor o en contra del voto voluntario, de la píldora, de las termoeléctricas, o de lo que sea. Esa manera de aproximarse a las cosas es parte del problema y no de la solución. Pienso en definiciones que tengan que ver con un proyecto más de fondo, con  la consideración de problemas filosóficos y morales. No es tan difícil, lo que pasa es que podría perecer poco serio, en medio de la seriedad y la profundidad que ha alcanzado el debate político, hablar de qué es el hombre, en qué consiste su felicidad, en fin, todas esas cosas que quedan fuera de una discusión seria.     

La nueva derecha ha mostrado una pobreza de ideas más o menos importante en este sentido. Sus campañas comunicacionales son particularmente decidoras en este sentido… un mendigo en la Enade para hacer tomar conciencia de la pobreza, cuando la pobreza que merece la atención de los empresarios no es precisamente la de la indigencia. Una campaña a favor de la fidelidad para combatir el sida, que parte del supuesto de que morirse es algo divertido…genial desconocimiento de la naturaleza humana. En fin, temas importantes tratados con una frivolidad que da como vergüenza ajena.

Para qué decir la DC, que reacciona como loca histérica cuando la derecha le coquetea, pero que no tiene reparo alguno en mostrarse cívicamente amistosa con el partido comunista, como dice Walker (si yo fuera ellos, le prestaría más atención a la voz que clama en el desierto, la de Orrego).

La izquierda, por su parte, ha recurrido al dedo acusador de Lagos cuya astucia es insuperable para los efectos de focalizar la atención en la paja del ojo ajeno. Quién me diera esa habilidad sin perder con ella toda la honestidad que me queda.

En fin, yo lo único que espero es que esta crisis de identidad de los partidos no termine como la de algunas cuarentonas que conozco… en el quirófano. El recauchaje nunca termina bien y desinflar a una chica de plástico es demasiado fácil, como para buscar por ahí la solución.

6 comentarios:

  1. Estimada Teresa:

    Debo admitir que la mayoría de sus columnas me parecen triviales o simplemente "desafortunadas", sobre todo por el uso desatinado de la ironía. No obstante, creo que el presente escrito es un excepción. Y me siento en la obligación de reconocerlo. Espero que las siguientes entregas sean de una calidad semejante.

    Se despide de usted.

    muy atte

    Boris Eremiev T.

    Dr (c) PUC.

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  2. Tu que hablaste de los "mapuches malcriados" antes, te invito a que revises esta nota de mi blog. Ahi te dejo el link

    http://rincondecriticapolitica.blogspot.com/2010/12/desdibujando-al-mapuche-estereotipado.html

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. hola Tere!! ya te has convertido en una columnista influyente eh? debes estar orgullosa de ser la fem frost del misterio de la creación, de la sorpresa y lo insólito que pude llegar a ser el pensamiento humano. Más aún considerando tu profesión y especialidad en tan importante pensador alemán.

    Lo único que me hace pensar luego de mucho deambular por varios sentimientos y razones, es lo cómico que resulta el post modernismo.

    Lo abrumadoramente monstruoso que son los pastiches culturales. Sobre el frankensteinsociocultural que emerge desde los choques conceptuales, esos mismos choques que producen guerras y embolias, los mismos que dejan a las personas inválidas y esperando la caridad y comprensión del resto.

    Obviamente ésto es parte del momentum, y por eso mismo tu eres tan leída y publicada. Por que es lo que hay, entre terremotos y lunas rojas.

    Ese vacío rellenado con trozos de otras nadas y todos, ojo, siempre responde a una función ortopedica, de protesis, en el mejor caso plástica, Teresita, que aunque no es reciclable, tienen siempre menos rechazo que la rígida que impone el metal-cadera metálica por ejemplo. (ese metal, el mismo que es fusil, pistolón y sable de tan tradicional uso en la antigua derecha chilena)

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  5. Interesante comentario, pero no fui capaz de entenderlo!!!

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  6. Estimada Karencita:
    Muy interesante tu aporte, desde varios puntos de vista. Creo que si se lee con detenimiento uno puede darse cuenta de que se autorefuta completamente. No es fácil lograr algo así.
    Me permito hacerte algunas sugerencias y observaciones:
    -De las mezclas no sólo salen explosiones y cosas malas, también grandes creaciones.
    -No confundas el estilo enredado y difícil con la profundidad. La claridad es señal de inteligencia.
    -No abuses de las metáforas inconexas: da la impresión de que no piensas con claridad.
    -Puede que esto sea sólo una mala impresión, pero ¿no hay un dejo de envidia en lo que escribes? ¿cuántos visitantes tiene tu blog? ¿te han publicado, o sólo te auto-publicas?
    -Trata de pensar, o al menos escribir, sin tantos clichés (sobre todo clichés ideológicos).

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