miércoles, 27 de octubre de 2010

La mala suerte y las injusticias de la vida (Publicado por El Mostrador)

Hoy quiero hablar de la mala suerte y de lo injusta que es la vida.

La mala suerte mía, que tengo que terminar una tesis y escribir para un diario que no me paga, cuando 10 centímetros más hubieran pavimentado mi camino al modelaje (según opinión de mi marido).

Quiero hablar de la mala suerte de una prima que, por una infección estomacal, dio la PSU en condiciones indeseables y no pudo entrar a la carrera que quería.

La mala suerte de los mineros que no quedaron atrapados y que deben estar hoy lamentando su infortunio. ‘Por qué ellos y no nosotros’ se estarán preguntando en su interior (digo en su interior porque yo asumo que ellos también encuentran feo eso de andar comparándose).

En fin, la mala suerte y las injusticias de la vida de las que todos nos hemos sentido víctimas en alguna oportunidad. Digo ‘todos’ porque el hecho de tener una vida privilegiada no lo libra a uno de ser envidioso; y puestos a comparar, siempre habrá alguien que esté en mejores condiciones que uno.

Lo terrible es cuando a la mala suerte originaria se añade la mala suerte derivada de la idiosincrasia. Ahí sí que la cosa se pone difícil y casi imposible de revertir.

Pienso, por ejemplo, en esa mala suerte del que no es apitutado y que no estudia el doble para sacarle ventaja al hijo del gerente. O en la de esa mujer que se queja porque el marido no la mira, mientras agrega tres kilos a cada año de vida. También en esa mala suerte del que no tiene espacio en el Mostrador para publicar columnas que nunca escribió ni envió al editor.

Es la misma mala suerte del futbolista, que a la parcialidad del árbitro suma noches de carrete durante las concentraciones. La del mapuche que recibió tierras de la Conadi pero que no pudo hacer nada con ellas porque no le dieron una retroexcavadora para trabajarlas. O la del que se le inunda la casa hace 15 años y que permanece a la espera de que se presente en su casa alguna autoridad, antes de mover un músculo para cavar una zanja en el antejardín.

Estoy hablando, en el fondo, de esos que tienen mala suerte al cuadrado y que se pueden reconocer en dos formatos: uno más tímido y otro más extrovertido.

Al más tímido, yo lo llamaría el ‘encogido de hombros’. Es el que cree que las ventajas comparativas de los otros son tan grandes, que no vale la pena tratar de alcanzarlos; el que no corre porque tiene las de perder en la carrera. Yo tenía un amigo que se ponía al lado del arco a la espera de ejecutar el gol. ‘Es que desde otra posición no tengo ninguna posibilidad’, decía con descaro. Pero el encogido de hombros no tiene ni esa astucia y ni esa humildad y prefiere en su situación quedarse en la banca.

Al desafortunado más extrovertido yo lo llamaría el ‘vociferante’, ese cuya frase típica es ‘no nos han dado solución’. Es el que ante las injusticias de la vida se dedica a clamar por justicia: al Estado, al cielo o a cualquiera que pueda saldar la deuda que considera la vida tiene con él. Su actitud no es muy elegante, pero es más eficaz que la anterior. El último Gobierno se dedicó a mimar a cualquiera que estuviera dispuesto a ponerse de víctima y Piñera lo hace también cuando no aplica en su Gobierno los mismos criterios educativos que usó con sus hijos (que aparentemente no son unos hijos de papá).

La cosa es que el ‘encogido de hombros’ renuncia a su libertad. No la usa porque anticipa que sus resultados no serán los esperados. El ‘vociferante’ exige condiciones extraordinarias para ejercerla y con eso pierde más de lo que gana. Ninguno de los dos ha caído en la cuenta de que para sacarle partido a la libertad hay que contar con las reglas de juego… y una de ellas es que la vida es injusta.

Por lo demás, es un hecho que de la mala suerte pueden surgir oportunidades, como la de los mineros atrapados; y es un hecho también que a veces la fortuna de un momento se desperdicia. El mejor antídoto parece ser el del esfuerzo.

A lo mejor es verdad lo que dice Schopenhauer, eso de que “la personalidad del hombre determina por anticipado su posible fortuna”.

¿Tendrá esto algo que ver con eso de ‘hacerlo a la chilena’?

11 comentarios:

  1. En serio. El esfuerzo. Esa es la solución.

    ...

    ¿Segura? ¿así de fácil? Simpático. Gracias.

    Saludos.

    Post scriptum: Por cierto... ¿zanja en el antejardín? ¿retroexcavadora para trabajar tierras? ¿En serio? Uf. =|

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  2. Otra publicación más que demuestra lo básica que eres, sin duda esa es una de tus cualidades de potencial modelo.
    Si bien creo que conceptualmente lo que planteas es correcto, usas ejemplos que no van en absoluto al caso, y banalizas situaciones que no lo merecen. El esfuerzo, claro, es la solución para ciertas situaciones en que uno "se deja estar", ¡pero no hables de gente a la que se le inunda la casa! Y mucho menos de los mapuche de los que, ya nos quedó claro a todos, no sabes nada.
    Tus ejemplos podrían ser del tipo "Que mala suerte que se me pasó la micro, pero me dió lata correr para alcanzarla". Ahora me gustaría verte diciéndole a una persona de 80 años que se ponga a cavar una zanja en su antejardín (lo que sin duda tampoco es la solución más brillante; claramente tu experiencia en inundaciones no es tan amplia). Te recomiendo con mucho énfasis dejar de hablar de cosas de las que no sabes, sobre todo de referirte a personas de bajos recursos, a gente marginada y, en general, a cualquiera que no esté dentro del círculo de amigas con las que te juntas a copuchar y a tomar té en el mall. Una y otra vez demuestras que argumentas a partir de la ignoracia y de opiniones simplistas y clichés que se reconocen como propias del circulo social con el que - pareciera que exclusivamente- te relacionas. Basta de bochornos, mira que todo ser humano nace igualmente digno, pero hay algunos que la dignidad la van perdiendo en el camino.

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  3. Me haces recordar cuando hacía clases en un Liceo subvencionado el año pasado y mis alumnos, que no estudiaban ni por si acaso y había que amenazarlos para que prestaran atención en las clases (aunque esto funcionaba parcialmente y solo entre los que no se habían fugado de la sala), me preguntaban por qué habían obtenido tan mala nota en la última prueba. Yo les explicaba y, ante su insistencia —que ya no aludía a razones sino a un intento de chantaje emocional—, yo les replicaba que "así es la vida", refiriéndome metafóricamente a lo que dices en tu entrada, que "la vida es injusta". Y lo es, claro, especialmente con quien no hace algo apropiado para mejorar su propia situación (llorarle al profesor funciona con algunos, pero no era mi caso para el pesar de mis alumnos).

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  4. No sé uds. pero yo me acuerdo de ambas noticias:

    Unos mapuche que se quejaban de que les habían dado un fundo, comprado a una forestal, pero sin la maquinaria para sacar los troncos de los árboles (¿Qué pensarán Caupolicán, Lautaro y Galvarino de sus retoños contemporáneos? Los colonos alemanes arrancaron los troncos sin necesidad de maquinaria, en todo caso).

    En cuanto al hombre (de unos 50 años) que se le inundaba la casa todos los años: ¡alguien debía hacer algo! Supongo que nunca se le ocurrió que si el Gobierno no lo ayudaba, ese alguien tenía que ser él.

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  5. en teoría lo que dices es cierto, en la realidad al menos en Chile, funciona así:

    -un obrero trabaja 12 horas diarias, se rompe el lomo, no roba porque es honrado y le quiere dar un buen ejemplo a sus hijos, así que no se queja. Al final del mes, recibe 200 lucas de sueldo y un montón de enfermedades laborales.

    -el hijo de una de tus amigas irá a un colegio top...aunque sea flojo, va a terminar yengo a una uiversidad cota mil, donde pagará por el título, el que obtendrá aunque tenga que pasarse 10 años estudiando un pre-grado... luego, trabajará en la empresa de su padre o de un amigo de su padre, ganará minimo 2 millones mensuales y culpará de todos sus errores de profesional chanta a sus subalternos.

    lamentablemente, Tere, la meritocracia y el esfuerzo no siempre funciona como debiera...ves?

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  6. Este no es tu país. Estás ciega y replicas en tu ceguera las estupideces más gigantes que pueden existir.

    Hazle un favor a la humanidad: no más hijos, no te reproduzcas más!!!

    Y debiste quedarte de modelo, porque no tienes ni una neurona.

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  7. No entiendo a los que critican, porque no argumentan. Yo creo que tiene toda la razón, mas allá si el mapuche podía o no sacar los arboles, etc. La vida es injusta, eso ella lo deja claro, es injusto que el obrero que trabaja 12 horas gana menos que el hijo de papá apitutado. Pero un obrero honesto y estudioso gana más y tendrá más trabajo que el obrero que falta o llega tarde. Lo mismo que el hijo de papá, estudioso y trabajador llegara más lejos que el simple apitutado.

    PD: Bolipto, cual es tu país?

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  8. Es que está rica. Guachita rica. Doctorada y con mil cabros chicos y escribe puras tonteras. No importa. Cosita. :D

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  9. En verdad, tu eres parte de la diversidad y del juego democrático. No sería para nada coherente con esto ,censurar tus columnas en el mostrador.

    Pero también hay algo muy evidente, en todo lo que he leído de ti. No tienes ni idea de lo que es la diversidad, lo que es la libertad, de las "INJUSTICIAS QUE EXISTEN EN TU PAÍS" no sabes ponerte en el lugar del otro, no tienes capacidad de análisis y crítica profunda a las situaciones que aludes.
    Tienes un pensamiento encajonado en tu ínfima realidad y CADA ARTÍCULO TUYO QUE LEO es un simple jueguito de palabras con ideas superfluas, redundantes, lanzas miles de palabras que no dicen nada. no tienes estructura argumentativa.
    Hablas de mala suerte tuya :La mala suerte mía, que tengo que terminar una tesis y escribir para un diario que no me paga, cuando 10 centímetros más hubieran pavimentado mi camino al modelaje (según opinión de mi marido).
    -->Entonces ESFUÉRZATE. YA SABRÁS EN QUÉ.

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  10. De verdad? Mala suerte tener que terminar una tesis? Estás hablando en serio?
    Y escribir para un diario que no te paga? Tú le deberías estar pagando al diario para que te dejen publicar semejantes estupideces!

    Y te diría lo mismo que el resto sobre el modelaje, pero la verdad es que te hubiera faltado más que altura para dedicarte a eso.

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