miércoles, 9 de mayo de 2012

A la Nina, con cariño (Publicado por El Mostrador)


Hoy en la mañana hablé con la Nina, una mujer encantadora que trabaja en la portería del colegio de mis hijas. Trataba de explicarme lo obvio: “Solo quería advertirle a esa señora que no iba a poder pagar este colegio y no sabía cómo decírselo”. Se quejaba de haber aparecido como la mala de la película en un reportaje de Contacto y de haber sido puesta en el banquillo de los acusados por el delito de discriminación.

Y es que una periodista tiene derecho a investigar y me parece perfectamente legítimo que se ponga el delantal de empleada para averiguar hasta qué punto ese uniforme puede determinar el trato que recibe una persona. Tiene derecho a investigar, pero no a sacar cualquier conclusión de un experimento que tiene fallas metodológicas serias. Eso fue lo que hizo el equipo de Contacto, investigar tratando de confirmar la hipótesis de que algunos colegios privados discriminan por condición social. La prueba de ensayo fue tan burda, sin embargo, que las conclusiones que sacaron de ella no tienen valor alguno.

Porque si la periodista en cuestión hubiera entrado al restorán más caro de Santiago vestida con el mismo uniforme y hubiera pedido, sin consultar la carta, un vino que costaba 300 mil pesos, probablemente también habría sido advertida por el mozo sobre lo que estaba haciendo ¿Es suficiente una advertencia de este tipo como para concluir que en ese restorán se discrimina por condición social? En absoluto. A algunos les parecerá impertinente la intromisión del mozo, pero a mí su silencio me hubiera parecido irresponsable.

Lo que hizo la Nina fue exactamente eso: advertirle a una mujer vestida de empleada sobre lo difícil (si no imposible) que sería para ella costear una educación de ese tipo para su hija. Podría no haberlo hecho, podría haberle dado cauce a la solicitud de la mujer pensado “desengáñese usted misma”, podría no haber perdido tiempo dando explicaciones… podría, pero la Nina es en esencia una buena mujer.

Por eso, y más allá del legítimo derecho que tiene un colegio para discriminar por las razones que estime convenientes en función de su proyecto educativo, lo que me importa ahora es hablar de la Nina y de la falta de rigor del reportaje en cuestión.

Porque los periodistas que hicieron el reportaje no pueden desconocer algo tan  obvio como que en los colegios particulares todo contribuye a que se produzca una especie de selección natural. El valor de la colegiatura, el lugar donde un colegio tiene sede, el costo de los materiales de estudio, las horas que se destinan a la enseñanza del inglés, las instalaciones deportivas ¡todo! determina que finalmente quienes tengan acceso a ellos sean personas de una determinada condición social. Pero de ahí a calificar esa selección espontánea como la razón misma de la discriminación, hay un salto lógico inaceptable. Que un restorán caro sea, en la práctica, un lugar que solo frecuentan los ricos es algo radicalmente distinto a que ese restorán prohíba de modo directo la entrada de los pobres.

Esa simple distinción, tan obvia por lo demás, era lo menos que se le podía pedir al reportaje y lo menos también que se merecía la Nina.

8 comentarios:

  1. Teresa, cuando una persona atiende público debe entregar la información que se le pide, esa es su función, si el cliente o posible cliente le pregunta que opina, entonces lo hace, pero no debe cambiar el tipo de trato entre un cliente y otro, pues piensa si tú decidiste pagarle el colegio del hijo a tu nana, y le pediste averiguara, sí, es super poco probable que quienes ganando mucho dinero sean tan buenos, pero imaginemos el hipotético escenario, esa nana tendría que pedirle a su empleadora, que no solo pague sino que además haga las gestiones pues a ella no la atienden. Por favor, ella, la Nina (¿su nombre cuál es?) debe cumplir su rol, y si hizo distinción en el trato, discriminó, no ofendió literalmente quizás, pero discriminó por vestimenta a una persona. no intentemos tapar el sol con un dedo.En el colegio de mi hija, le consulté a quien ve estos asuntos, y me dijo que le ha ocurrido que llegan personas que aparentemente se ve no podrán pagar, pero ella le da la información, ellos al ver los precios, a veces dicen "aaah pero es muy caro para mi" o "no me alcanza" otras veces se van en silencio y no vuelven.
    Los chilenos en general discriminamos mucho, el trato a un chico vestido con ropas estilo "regueton" no es tratado igual que un chico vestido con ropa semiformal, buenos zapatos, etc. si una mujer morena, estatura media y talla M o L entra a un supermercado con jean o buzo y zapatillas, los guardias, que pueden ser sus vecinos, la siguen para vigilarla por si roba, pero si fuese alta, delgada y "bien vestida" o sea ofrmal o semi formal, nadie la seguiría... no victimicemos a la gente y asumamos nuestro mal trato a nuestro entorno. muchos jóvenes son mal tratados por que creemos nos quieren robar y no siempre acertamos en esa apreciación, eso también es discriminar.

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    1. Claro, no intentemos tapar el sol con un dedo. Las discriminaciones existen en todos los niveles, pueden discriminarte por vestirte mal como lo pueden hacer por vestirte muy bien, eso es relativo al contexto. Ahora, si existen ciertos círculos que no te permitan entrar, ellos estarán renunciando al aporte que puedas darles, y si tú, aún así, quieres entrar a toda costa, tendrás que lidiar con eso constantemente. Son los costos de los que hay que hacerse responsable y la libertad exige responsabilidad.
      Aunque parece ser mucho más fácil, para personas como tú, eludir esa responsabilidad que hacerse cargo de las propias decisiones.

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  2. No dudo de las buenas intenciones de Nina, pero de hecho ella discriminó. Y lo hizo no solo al negarles los antecedentes para postular. Su trato fue distinto; su tono de voz, el no hacerlos pasar a la oficina. Eso es lo grave de la discriminación en Chile, está tan enraizada que la hacemos sin darnos cuenta y hasta creemos que la hacemos por bondad. Pero la otra persona sí se da cuenta y, obviamente, lo resiente.

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  3. La comparación con el restorán es mala, en el restorán usted come y luego paga, en el colegio paga la matrícula y después comienza a recibir el servicio. En el reportaje lo que se pidió fue solo información, ahí la encargada se sintió con el derecho de hacerle ver que ella, supongo que por ser nana, no pertenecía a ese mundo. Por mas que tratemos no podemos defender ni justificar a alguien que está para dar información comience a aconsejar gente para que "vuelva a su mundo". Saludos.

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  4. Hola Tere, primera vez x acá... y la verdad es que estoy de acuerdo contigo... Espero seguir leyéndote.
    Nina fue la que se pegó la frase pal bronce: "No sé si usted me entiende???"

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  5. "selección natural" ¿dónde puedo comprar de eso?
    Tere, siempre tan antisocial y hedionda de clasista.

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  6. Te voy a seguir leyendo...es interesante conocer opiniones que van en el sentido opuesto a lo que trato de aprender. Aunque al principio pensé que era la filosofía la que te movía, luego de leer más de tus columnas me di cuenta que no era así. Aunque me gustaría agregar algo respecto a Nina. Nina es un como soldado y debería comportarse como tal (esa es su función); no pensar y limitarse a seguir los procedimientos, creo que Nina en esta oportunidad pensó demasiado, a tal punto de dar una opinión sin que se la hayan pedido.

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