miércoles, 11 de abril de 2012

¿Usted paga el precio de la ley antidiscriminación? (Publicado por El Mostrador)


Probablemente usted espera que yo justifique mi oposición a la ley antidiscriminación por su relación con el matrimonio homosexual. Pero que una cosa se dé habitualmente seguida de otra no implica que haya entre ellas una relación causal; y la verdad es que no me parecería razonable oponerme a una buena ley por la relación que ella ¡solo eventualmente! pudiera tener con otra que no me parece tan buena.

O quizá usted espera que yo diga cosas como que la ley en cuestión no servirá para evitar crímenes como el de Zamudio; pero tan obvio es que la locura no se previene por decreto que si alguno no se da cuenta de eso por sí mismo, poco sentido tiene tratar de demostrárselo.

Asumo, en todo caso, que usted no necesita yo haga explícito mi repudio a hechos como los que mataron al joven homosexual: no hay anomalía que justifique una agresión y mucho menos la comisión de un delito; le pido por eso (aunque supongo es innecesario) no me sitúe en el grupo de los que no se conmueven por lo ocurrido. La psicopatía no es la patología que caracteriza mi perfil psicológico y mucho menos la que explica mi oposición a esta ley.

Por eso, si me opongo a la ley antidiscriminación es porque se trata de una ley inútil y nociva. Inútil para resolver los problemas de las minorías que supuestamente protege, y nociva para la custodia de las libertades que hasta hoy garantizaba la Constitución.

Inútil. Usted sabe que ser homosexual no es un buen antecedente para entrar a un estudio jurídico de prestigio o para convivir en un grupo de escolares. Pero sabe también que para trabajos en los que el genio creativo es necesario, la homosexualidad puede ser una ventaja. Y no pienso en peluqueros… pienso en escritores, filósofos, poetas, músicos y artistas en general. Aquello por lo que a un grupo se le discrimina para una cosa es, al mismo tiempo, aquello por lo que se le elige para otra; e insistir en mostrar una cara de la moneda ocultando la otra no me parece honesto.

Obviamente, la discriminación es a veces muy arbitraria. La homosexualidad, por ejemplo, no dice relación alguna con las competencias profesionales de un abogado y evidentemente no es deseable que eso concurra como un antecedente al momento de postular a un trabajo.

¿Usted cree- no obstante- que la ley podrá modificar vicios como éste? ¿O por último, cree que el Estado tiene derecho a inmiscuirse en el reducto de las propias preferencias? Porque claramente, la ley no está pensada para sancionar delitos flagrantes, sino para producir un cambio de mentalidad que solo se consigue con educación y en la familia.

Por otra parte ¿Ha pensado usted que esa ley tenderá a aislar a esas personas mucho más que a integrarlas? Tenga presente que quienes pertenezcan a las categorías protegidas por la ley pasarán, de ser minoría, a erigirse en un grupo de privilegiados; el resto de los mortales (esos que no tienen vulnerabilidad que exhibir) tenderá a pensar dos veces antes de interactuar con aquellos que, por ley, habrán quedado ‘en capilla’. Si no me cree, vea usted El Placard y dígame qué lección le deja esa película…

Es muy probable también que la sospecha recaiga sobre las opiniones disidentes, al punto de que llegue el día en que haya verdades oficiales cuyo cuestionamiento se tomen como transgresión de la ley. Sin ir más lejos, el día de la muerte de Daniel Zamudio recibí muchos mensajes acusándome de contribuir con mis columnas a actitudes como las que lo mataron ¡Como si pensar que algo es anómalo (o decirlo) tuviera algo que ver con incitar al horror!

Todos saben que a mi juicio, la homosexualidad es una anomalía; como también pienso que lo es el Síndrome de Down. Pero si alguien entiende esto como un llamado a eliminar a los individuos que califican dentro de uno de estos dos grupos, que se pregunte si no está más cerca del nazismo de lo que cree. La opinión sobre lo que es normal o anormal puede ser más o menos fundada, pero en ningún caso comporta una justificación para la agresión. Y si usted no distingue entre una cosa y la otra, justifica sin darse cuenta una nueva forma de totalitarismo.

Será una ley inútil, pero no solo inútil… también nociva. Si hasta hoy el Estado dio garantías que apuntaban a ‘dejar ser’, con la ley en cuestión le otorga a usted el derecho de reclamar a un tercero actos positivos en favor suyo. Si usted no ve en esto una injerencia en cuestiones que no son de la incumbencia de un Gobierno, tenga  presente que desde la promulgación de esa ley, yo podré exigir (es un ejemplo inocente) mi contratación en universidades como la UDP. Mi religión, mi tendencia política y mi conservadurismo no serán ¡no podrán ser! un factor a considerar ¿Por qué? Simplemente porque el Estado decidió que debían ser evaluados por usted de manera aséptica.

Si usted está dispuesto a pagar ese precio por la ley en cuestión, se lo agradezco de antemano. Mientras no se promulgue, prescindiré de esos beneficios para defender su libertad…  

9 comentarios:

  1. que hayan mas homosexuales en determinado rubro o profesión no significa que tengan talentos innatos o preferencias por esas áreas, solo significa que en esas áreas los homosexuales son mas visibles. en ese sentido su argumentación es falaz.

    me gustaría recordar le que las minorías de este país pagan un precio bastante alto solo por ser diferentes. algunos pagan con sus vidas. y cuando hablamos de minorías hablamos de personas excluidas de la estructura social, en derechos poder y libertad. en ningún caso se trata de minorías en desde un punto de vista numérico. los empresarios son minoría numérica pero son parte de la élite de este país. las mujeres son mayoría numérica pero están privadas de derechos poder y libertad en muchos ámbitos. las LGTTB son numéricamente minoría y en derechos también lo son, no hace falta una ley que diga que son minorias.

    creo que la sociedad pagara un muy alto precio el no tener una buena ley que combata la discriminación. ademas creo que ya ha quedado mas que claro que la ley sancionara los actos y no las opiniones, como ud. quisiera hacerle creer a las personas que leen su blog

    ResponderEliminar
  2. Uff...¡Que título Teresa!, vamos viendo:
    En el sentido amplio de la ley (no solo referida al género)...
    Inútil:
    • ¿Usted cree —no obstante— que la ley podrá modificar vicios como éste?. Opinión: Efectivamente la ley por si misma no puede, pero en realidad ninguna ley, en caso contrario ya las cárceles estarían vacías. Sin duda que un cambio de mentalidad basada en la educación y en la familia. Se la concedo, pero con observaciones.
    • ¿O por último, cree que el Estado tiene derecho a inmiscuirse en el reducto de las propias preferencias?. Opinión: El estado debe garantizar...no inmiscuirse, a mi juicio abría que ver si algo de esto hay, por lo que he leido del proyecto de ley...no lo veo. No se la concedo.
    • ¿Ha pensado usted que esa ley tenderá a aislar a esas personas mucho más que a integrarlas?.Opinión: Puede darse, si para evitar problemas con la ley asumo una actitud distante. Pero con un cambio de mentalidad la cosa cambia. No se la concedo.
    Nociva:
    • ... tenga presente que desde la promulgación de esa ley, yo podré exigir (es un ejemplo inocente) mi contratación en universidades como la UDP. Mi religión, mi tendencia política y mi conservadurismo no serán ¡no podrán ser! un factor a considerar ¿Por qué? Simplemente, porque el Estado decidió que debían ser evaluados por usted de manera aséptica. Opinión: Mmmmm...no lo veo así, pero espero que no sea de esta forma. No se la concedo, pero...hay que darle una vuelta.
    Finalmente considero que esta ley ayuda, no resuelve, esperemos que salga lo mejor posible.

    ResponderEliminar
  3. Quisiera explicarle algo.Yo soy gay e ingeniero, mi amigo gay es quimico y otra amiga lesbiana es ingeniera y trabajo para la nasa antes de radicarse en Chile, bueno conozco otros que decidieron irse al seminario.Sin embargo, cuando estudie en mi liceo había un chico trans quien no termino sus estudios y luego supe que hizo cursos de costura para terminar de prostutuirse en una calle de concepción y así otros que he conocido en mis 30 años.

    De lo anterio, solo quiero decirle que los homosexuales dedicados al arte es porque tiene las caulidades como cualquier un hetero, un niño, mujer o viejo.Los que se dedican a otras disciplinas es que nos gusta y porque nuestra familia, educación y entorno nos ha ayudado a superar el famoso bulling para realizarnos como persona y no como homosexuales. Los terceros lamentablamente no soportaron y se dedicaron a lo que fuera para sobrevivir no por les gusta o tiene talento.

    Igualmente, usted dice que con ley antidiscriminación podría exigir trabajar en la UDP ya que se pasarían otras libertades garantizadas. A mi parecer nadie exige trabajar en un lugar determinado, hay que postular, pero seguramente con ley se plantearian nuevos procesos de selección donde en CV ciego sería fundamental siendo así problamente podría trabajar en la UDP, aunque convengamos que un simple magister en U de Chicago, Leipzig u otra le daría puntos para postular.

    Finalmente, dice que al catologar de anormal la homosexualidad no incita al odio y llama a los pobres diablos a matar. Pues si lo hace porque esos delicuentes sólo son el instrumento de una ideología que se nutre con sus columnas porque le dan sustento,una estructura, una falsa racionalidad. Es como cuando a veces le digo a mi madre que es negro y me responde que blanco, con los años aprendi que a los padres siempre hay que decirles que si. Entonces por más que usted le meta filosofía a la palabra anormal seguirá siendo anormal para las personas no hay vuelta de tuerca.

    ResponderEliminar
  4. Lo interesante de las columnas de la filosofa Teresa Marinovic es que plasman el pensamiento clásico y tradicional del conservador representado por la UDI (Novoa, Labbe) y algunos sectores de la DC mas afines a la derecha. Sin descalificar, un conservador típico. Partamos viendo el tema con los argumentos que plantea Teresa:
    “Pero que una cosa se dé habitualmente seguida de otra no implica que haya entre ellas una relación causal”: Este punto es interesante por que se podría aplicar al eje central de su argumentación, que se revisara mas adelante. Una sola cuestión: Oponerse a toda la ley por un punto que no les gusta, es una muestra de intolerancia increíble, aun que seamos sinceros, no es raro en la derecha, en especial en los temas valóricos. Lo que deben hacer, es seguir las reglas del juego democrático, planteando sus objeciones en el parlamento y votar y si pierden, aceptarlo, no hacer la del picado y partir a llorar sus penas al Tribunal Constitucional.
    La Ley Antidiscriminación abarca, como antes la Ley de Vida en Pareja, muchas mas áreas que solo la referencia a los homosexuales, refiriéndose a por ejemplo; “la raza, color, origen étnico, edad, sexo, género, religión, creencia, opinión política o de otra índole, nacimiento, origen nacional, cultural o socioeconómico, idioma o lengua, estado civil, orientación sexual, enfermedad, discapacidad, estructura genética o cualquiera otra condición social o individual”(art. 3). Como se ve, por centrarse y oponerse a un elemento de todos los que se mencionan en la ley, se esta coartando la posibilidad de proteger a los otros posibles sujetos de derecho, aun cuando la intención de la ley sea la de actualizar el derecho chileno a la “Convención Universal de los Derechos Humanos” y “La Convención Americana de los Derechos Humanos”, de la OEA (ratificada en 1990); la “Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial”, de la ONU (ratificada en 1971); el “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, de la ONU (ratificada en 1972); el “Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, de la ONU (ratificada en 1972); la “Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes”, de la ONU (ratificada en 1988); la “Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer”, de la ONU (ratificada en 1989); y la “Convención Sobre los Derechos del Niño”, de la ONU (ratificada en 1990). La realidad actual exige que se considere normas que protejan a sujetos vulnerables del abuso de otros ciudadanos o del poder del estado (Carabineros y Mapuches, Jóvenes, Ciudadanos de regiones, etc.)
    “Inútil. Usted sabe que ser homosexual no es un buen antecedente para entrar a un estudio jurídico de prestigio o para convivir en un grupo de escolares. Pero sabe también que para trabajos en los que el genio creativo es necesario, la homosexualidad puede ser una ventaja”: Es posible establecer esta relación de causalidad?. Aun cuando han existido homosexuales geniales (Da Vinci, García Lorca, Miguel Ángel, Florence Nightingale), la condición de genialidad no esta asociada a la orientación sexual con una relación causal. Del mismo modo, el que un homosexual pueda o no entrar a un estudio jurídico, debería depender solo de su capacidad como abogado y no de su orientación sexual. Como no es así, de acuerdo a lo que señala Teresa -y ella lo plantea como un elemento que el conjunto de la sociedad conoce-, es que se hace de suyo necesaria la Ley Antidiscriminación con relación a la orientación sexual, pues se establece la necesidad de proteger a una de las minorías que desea cautelar la ley contra una discriminación arbitraria del conjunto de la sociedad. La ley intenta igualar el ejercicio de sus derechos para las minorías que son discriminadas arbitrariamente, siendo los homosexuales solo uno de los posibles beneficiados por la ley.

    ResponderEliminar
  5. “¿Usted cree —no obstante— que la ley podrá modificar vicios como éste?”: Sinceramente, no, pero todo cambio empieza por un paso. Obviamente se debe realizar un cambio cultural, pero se debe empezar por algo y esta ley, si corrigen los aspectos restrictivos que se introdujeron en el Senado, puede ser un buen inicio. Por otro lado, la ley establece la posibilidad de ejercer una acción judicial “para reclamar por las discriminaciones arbitrarias que se interpone ante los tribunales de Justicia. Con ello se busca asegurar la materialización del mandato de no discriminar”(Fundamentos de la ley, punto 3). La cual podrá ejercer cualquiera de los ciudadanos que pudieran verse afectado, incluidos los homosexuales.
    “¿O por último, cree que el Estado tiene derecho a inmiscuirse en el reducto de las propias preferencias?”: Honestamente, no. Creo que el Estado debe establecer el marco general de opciones de los ciudadanos y estos; en el ejercicio de su libertad, decidir si hacen uso o no del derecho que el estado les garantice, por lo mismo creo que es necesario un aborto terapéutico y, a la luz de lo que escribes, podría entender que tu también. Pero es cierto que los argumentos conservadores suelen adaptarse a la posición que desean defender, siendo un ejemplo claro de esto las variaciones argumentativas del alcalde Labbe con relación a las movilizaciones estudiantiles.
    “Por otra parte ¿Ha pensado usted que esa ley tenderá a aislar a esas personas mucho más que a integrarlas? Tenga presente que quienes pertenezcan a las categorías protegidas por la ley pasarán, de ser minoría, a erigirse en un grupo de privilegiados”: Yo soy de los que esperaran a ver que pasa, pues anteriormente ya han demonizado leyes (La Ley de Divorcio “destruirá la familia y el matrimonio” decían y hoy, 10 años después, se aprecia que no ha sido así). Y si la ley genera perjuicios a los que busca proteger, siempre es posible modificarla para corregir sus fallas, dado que las leyes, como todo en la vida no es inmutable.
    “Todos saben que a mi juicio, la homosexualidad es una anomalía; como también pienso que lo es el Síndrome de Down. Pero si alguien entiende esto como un llamado a eliminar a los individuos que califican dentro de uno de estos dos grupos, que se pregunte si no está más cerca del nazismo de lo que cree. La opinión sobre lo que es normal o anormal puede ser más o menos fundada, pero en ningún caso comporta una justificación para la agresión. Y si usted no distingue entre una cosa y la otra, justifica sin darse cuenta una nueva forma de totalitarismo (…)Que desde la promulgación de esa ley, yo podré exigir (es un ejemplo inocente) mi contratación en universidades como la UDP. Mi religión, mi tendencia política y mi conservadurismo no serán ¡no podrán ser! un factor a considerar ¿Por qué? Simplemente, porque el Estado decidió que debían ser evaluados por usted de manera aséptica”: La anomalía homosexual, de raza, color, origen étnico, edad, sexo, género, religión, creencia, opinión política o de otra índole, nacimiento, origen nacional, cultural o socioeconómico, idioma o lengua, estado civil, enfermedad, discapacidad, estructura genética o cualquiera otra condición social o individual, siguiendo la lógica descrita seria considerada, teniendo en cuenta que afecta a grupos minoritarios de la sociedad, una anomalía social, es decir, una irregularidad social, que constituyen una parte muy importante de la vida social ya que indistintamente de las diversas formas de control social o la sociedad de que se trate siempre habrá minorías heterogéneas que no cumplirán con las reglas o normas establecidas y que requieren de regulaciones para que de alguna manera haya una mejor calidad de vida para todos los individuos que conforman el grupo social afectado.
    Independiente de si, cualquiera de los elementos señalados en la ley es o no una “anomalía”, lo que se busca es que dicha condición no sea factor de exclusión o agravio, por acción u omisión, lo que no puede ser considerado bajo ningún punto de vista como algo negativo.

    ResponderEliminar
  6. “Si usted está dispuesto a pagar ese precio por la ley en cuestión, se lo agradezco de antemano. Mientras no se promulgue, prescindiré de esos beneficios para defender su libertad…”: Por ultimo, mi libertad no requiere defensa, sino que se me deje ejercerla con independencia de lo que otras personas con pensamientos distintos a los míos considere aceptable. Desde mi punto de vista valoro la posibilidad de que cualquiera ejerza su libertad y derecho de expresión de sus puntos de vista (y también la discrepancia con los mismos), pero no pretendo forzar a los otros a seguir mi punto de vista, y obligar al estado a restringir la posibilidad de cualquier otro de ejercerlo y es por eso que estoy de acuerdo con la ley antidiscriminación. Y, Mal que mal, con una opinión y tres pesos no alcanza para comprarse un café.

    ResponderEliminar
  7. Casos de violencia y muerte como el de Zamudio han habido muchos, en Chile y en el resto del mundo. Te aseguro que en todos esos casos los agresores consideraron a su victima como anormal.

    El término anormal suele ser utilizado para esconder un sentimiento de rechazo a esa persona distinta, ya sea evitándolo o agrediéndolo. Cualquiera sea tu reacción estás contribuyendo a la segregación social.

    Que algo sea normal o anormal siempre estará ligado al punto de vista de quien emite el juicio, por lo que es infructuoso sentarnos a discutir al respecto.

    Teresa, tal vez no te das cuenta, pero tu postura contribuye a la segregación social y a que grupos más radicales que comparten partes de tus opiniones sean más agresivos en sus posturas.

    Saludos

    PD: A todo esto, yo soy arquitecto, musico, escritor y heterosexual

    ResponderEliminar
  8. Un pensamiento que obtuve de la estadística:

    Le concedo que homosexuales y personas que padezcan síndrome de down son anormales. Y le pido me conceda (y no se ofenda) si le digo que usted también es anormal.

    Anormal como algo que se sale de la norma. Usted al tener cierta religión, cierto pensamiento político y ser conservadora (y una con interés de ser considerada intelectual), se aleja de la normalidad. Su características le dan una anormalidad. En definitiva todos anormales.

    El punto es, ¿por qué determinada anormalidad concita odio y rechazo por el resto de la población? Porque hay gente desde posiciones de autoridad (como por ejemplo, ser "intelectual") que reclaman negarles derechos.

    ResponderEliminar
  9. "¡Como si pensar que algo es anómalo (o decirlo) tuviera algo que ver con incitar al horror!"


    te apoyo en este punto...
    me pasa con la gente gorda, que se ofende si tú, respetuosamente, le dices que está gorda...
    Quizá no es el mejor ejemplo...

    pero así como se exige tolerancia de un lado tb debe existir del otro...
    Si tú opinas que algo es anómalo y quieres decirlo, yo no le veo el problema... El problema sería vetarte y Censurarte por querer dar tu opinión.


    saludos

    ResponderEliminar