viernes, 5 de noviembre de 2010

Bielsa, un loco romántico (Publicado por El Mostrador)

Además de loco, Bielsa es mucho más argentino de lo que parece. Ningún chileno sería tan desafiante con la institucionalidad ni tan romántico como lo es él.

Ciertamente, desde el punto de vista de las formas, la conferencia de prensa de Bielsa es bien discutible. Se trata de un empleado de la ANFP que interviene en medio de un proceso eleccionario aparentemente legítimo para manifestar su preferencia. En ese espacio, además de hacer críticas severas a un candidato, condiciona su continuidad a los resultados de la elección.

Curioso, por decir lo menos, para el chileno formalista a quien este tipo de actitudes le resultan chocantes; independientemente de la intención que tuviera Bielsa, es un hecho que sus opiniones tienen un peso social significativo.

No es justo, sin embargo, calificar su intervención en el proceso desatendiendo al contexto dentro del cual ella se produjo. A mi juicio, el contexto no sólo exculpa a Bielsa sino que lo dignifica.
En primer lugar, porque hay rumores fundados de que el Presidente habría intervenido en la elección. No sólo manifestando su opinión o su preferencia- lo cual ya sería discutible- sino moviendo hilos para que su propia opción fuera la ganadora. Dos formas de intervención. Sólo que la de Bielsa es abierta y se explica por su necesidad de defender lo que a todas luces ha sido un buen trabajo. Y la otra es oculta y tiene el agravante de que plantea dudas serias acerca de una visión monopólica del poder.

Por otra parte, está el hecho de que los votantes ya habían empeñado su palabra ¿Qué no les reconozco su derecho a cambiar de opinión? Por supuesto que sí, pero hay circunstancias que hacen sospechoso este cambio. Por de pronto y si de elecciones se trata, yo no apoyo incondicionalmente un proyecto que no me satisface. En el mejor de los casos, apoyo condicionadamente a que no se presente una mejor opción y la busco. Asumiendo que ya di mi palabra y que se presenta una alternativa que me satisface más, estoy obligado moralmente a plantear el cambio de condiciones a aquel con quien ya me comprometí. Es decir, a darle la primera opción. Eso simplemente no se hizo y en este caso era de mínima lealtad con quien había hecho un buen trabajo.

Esta situación, de falta de caballerosidad y de ingratitud de parte de los votantes fue, a mi juicio, una de las cosas la que puso a Bielsa entre la espada y la pared. La que lo movió a hacer algo inédito pero de justicia, aún cuando finalmente resultara ineficaz.

Bielsa es un loco, es cierto; no opera con la lógica del formalista ni con el pragmatismo de los que se rinden ante el poder. Es un argentino, un transgresor de las formas y del protocolo, pero cuando hay ideales y principios de por medio.

Bueno sería que los chilenos fuéramos capaces de darle a nuestro formalismo el contenido que es capaz de darle algo de sentido. Por lo visto este proceso ha dejado al descubierto que se cuida lo primero y se desatiende por completo lo segundo.

3 comentarios:

  1. Me alegra ver que te sumes a las críticas sobre este proceso, Teresa.
    Teniendo en cuenta lo que han opinado Cristián Warnken, Hermógenes Pérez de Arce y tú, quiero creer que estamos «ad portas» de una revolución cultural moralista en favor de la honestidad y la transparencia en nuestro país. Ojalá y fuera así, aunque reconozco que es un tanto ingenuo creerlo.

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  2. No puedo sino estar de acuerdo contigo. Excelente columna: primero por el desarrollo de la argumentación, ya que derivas las consecuencias lógicas y las concatenas; segundo, por la conclusión, con lo que tengo que estar de acuerdo: la forma no es una cuestión vacía y representa una substancia aplicada, que debe ser resguardada.

    Saludos.

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  3. ya que por escrito afirmas que la información que existe sobre la intervención del presidente es genuina, vas a tener que ir a declarar a la comisión investigadora del senado, sino te arriesgas a que el presidente se querelle.

    Sin embargo todo esto es un volador de luces creado por la concertación ante la falta de propuestas políticas y liderazgo, y como el fútbol es el opio del pueblo, esta es la mejor forma de forma de mantener en la ignoracia al vulgo, respecto de las propias irregularidades fiscales cometidas durante el gobierno de la concertación y para opacar y ningunear la gestión del actual gobierno.

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