Me gusta el humor del absurdo, y si no fuera porque no es broma, me causaría risa que ‘Spike’ (el rostro de la campaña publicitaria de Lipigas) lleve la delantera en la votación que determinará lo que debe contener la Cápsula del Bicentenario de la Alcaldía de Santiago.
El asunto es anecdótico, pero puede ser útil para mostrar a los absurdos que se puede llegar cuando la elección popular se transforma en el mecanismo estrella para decidir todo tipo de cosas (Es un dato que también puede interesarle al Ministro Lavín, porque si lo que tenemos es falta de materia gris, no tiene mucho sentido preocuparse tanto de la calidad de la educación).
La cosa es que ni Spike ni el indio pícaro tienen nada que temer. El alcalde Zalaquett ha dicho que respetará los resultados de la votación; mal que mal, lo que está en juego es un deber sagrado.
Puede que yo me lo esté tomando demasiado en serio. Estamos por comenzar con los festejos del Bicentenario, y en una de esas éste ha sido un adelanto de los espectáculos circenses que tendremos en Septiembre. Además, venimos saliendo de un período eleccionario y con tanto candidato mendigando votos y aprobación, es imposible no creerse el cuento de que uno es importante y que puede opinar y decidir lo que sea.
Es que la democracia tiende a generar una dulce ilusión: la de que todos somos iguales. Y su conclusión práctica más directa es que no hay nada que justifique que lo que yo piense, decida o haga merezca menos consideración que lo que piensa, decida o haga cualquier otro.
Es una ilusión, y por eso creemos en ella sólo por momentos; por ejemplo, cuando en alguna comparación llevamos todas las de perder (es lo que me pasa cuando mi marido me dice que soy tan linda como la Bolocco). El resto del tiempo nos aferramos a la realidad más evidente: somos francamente muy superiores al resto.
El problema de esta idea que flota en el ambiente es que impide echar pié atrás cuando se ha cometido la torpeza de someter a votación algo que debía definirse de otra forma. Porque hay sensibilidades de por medio: la de Spike, la del indio y para más remate, la de los votantes. Que Spike y el indio pícaro se vayan a pique no es tan grave, pero quién sabe cuántas otras cosas se vayan a determinar de esta manera.
Lo terrible es que hay algunos que se empeñan ¡y en serio! por hacer realidad la ilusión de la igualdad. Y es terrible porque si de nivelar se trata, el movimiento es siempre descendente. La única estrategia posible, entonces, para conseguir la nivelación es aboliendo cualquier asomo de excelencia (nada como el Estado para conseguirlo). Por eso, uno puede perdonar que alguien recurra a la idea de que somos iguales cuando ve amenazada su autoestima, pero más que eso…
Yo cortaría por lo sano y enterraría a Spike, al indio pícaro y a varios más de los candidatos, pero no en la cápsula sino en algún lugar que asegure su descomposición.
Aunque a decir verdad, puede que sirva de advertencia a las futuras generaciones.
"Lo terrible es que hay algunos que se empeñan ¡y en serio! por hacer realidad la ilusión de la igualdad."
ResponderEliminarMaldigo el día en que se aprobó la ley de libertad de expresión
Te acuerdas de Cristo? si! ese que probablemente tienes en un crucifijo sobre tu cama... revisemos: qué es lo que él predicaba? con obras y acciones... amor, respeto por todos, respeto por el otro y no sólo respeto, si no también valoración y amor... El cristianismo es también una doctrina ética querida... no es sólo un asunto místico de trances de oración y canturreos, y la moral, dicho sea de paso no empieza ni termina en la cama...
ResponderEliminarNunca he logrado entender las contradicciones en las ideologías de ultra católicos y su conservadurismo político: en tu blog dejas claro que te parece que en el mundo hay mejores y peores, buenos y malos, valiosos e inservibles, inútiles, seres a los que le quitas cualquier valor y respeto. Estás a favor de los horrores de la guerra... y eres pro- vida? te hiere que te traten de abortista, pero dices que éste país requiere un guerra: imagina un momento una trinchera: muerte, sangre, gritos de dolor y de espanto. Te cuadra eso? a mí no.
Yo no soy creyente, pero socializada en Chile, puse atención a mis clases de religión... se hablaba de igualdad (Cristo no era acaso amigo -y no sólo amigo, compañero y un igual- de los pobres, los despreciados, los proscritos, pecadores, los trabajadores, sí! esos "upelientos" y "resentidos”, y de una prostituta también), se hablaba de amor...
Sospecho que en el fondo de ti te encantaría poder terminar con la vida de todo aquel que amanece tus ideas, tu burbuja y hasta tu sentido estético -y en masa sí es posible- (tu y los tuyos son superiores). Sospecho que estás de acuerdo con el golpe militar y justificas los horrores que allí sucedieron, como “efectos secundarios” sucedidos en post de una meta superior. Sospecho que sueñas con un mundo etnocéntrico, de gente blanca y linda, de "clase", una elite que se relaciona en base de limosnas con todos los demás, con la mayoría, pero que en el fondo los desprecia (ilusión de la democracia, preferirías decidir tu, con tú intelecto privilegiado: que soberbia!)
Pero tú y los tuyos rezan y rezan, y por acción de ese acto mágico, sienten que se limpian el alma, se creen buena gente, creen que se gana el cielo.
Querida yo, siendo atea, soy más cristiana que tú... Sospecho también que te encanta hablar de valores: ojalá pudieras revisar un poco los tuyos.
Quizás puedas entender la distinción que haces de ti misma como una persona de fe, tu cuerpo de creencias y tus rituales, en realidad tienen el efecto de permitirte una autoindulgencia ética. Gracias a tu fe, puedes sostener ideas fascistas y maquiavélicas y hacerlas carne, total tú estás vas a misa, estás del lado de los buenos, de los que creen, no puedes ser "mala". Tú no te golpeas el pecho, pero tu amor llega al ritual de rezar y rezar como papagayo y a dar limosnas.
ResponderEliminar"puede ser útil para mostrar a los absurdos que se puede llegar cuando la elección popular se transforma en el mecanismo estrella para decidir todo tipo de cosas (Es un dato que también puede interesarle al Ministro Lavín, porque si lo que tenemos es falta de materia gris, no tiene mucho sentido preocuparse tanto de la calidad de la educación)"
ResponderEliminarIDIOTA! TERRORISTA! no te enteras del sarcasmo de preferir elegir a un perro estúpido por sobre otras cosas? quén te crió? pobre tonta que no sabe leer entre líneas... eres una huevona, antes te tuve paciencia pero con esto me entero de que no aportas nada, silly-stupid. Te quedan minutos de vida en el área de las letras para que sepas, eres el hazmerreír de muchos y señalamos tus "notables" aportes en cada reunión de amigos. Chao cadáver
Entiendo, de que si no apoyas la "ilusión" de la elección democrática, encuentras que el hecho de que existan votaciones presidenciales es un error, porque en ellas votan (con el mismo valor) doctores, profesores, carpinteros y personas sin oficio, sabios e ignorantes, obviamente con distintas necesidades y expectativas. Te deben doler los pies caminar por la misma vereda que el pobre, y te deben doler los ojos ser alumbrada por el mismo sol que el que no se educó. Entiendo que no aceptas la diversidad, y entiendo que no sabes de misericordia, repeto, ni amor...
ResponderEliminarDebe ser duro vivir así.