Hay cosas que son de mal gusto y la demanda al Estado por parte de algunas de las familias de los mineros es una de ellas. El hecho de que esa acción tenga asidero legal no es razón suficiente como para llevarla a cabo, a menos que uno piense que la única medida de una acción sea la de su legalidad.
La cuestión es compleja. Lo que hay que determinar es quién es el responsable del accidente, y luego cuáles son los daños y perjuicios que se derivaron de él a fin de que el culpable compense a los afectados por la vía de una indemnización.
En primer lugar se apunta contra los dueños de la mina por el hecho de no haber cumplido con ciertas medidas de seguridad perfectamente determinadas y conocidas. Aparentemente hay razones como para atribuirles esa responsabilidad. La pregunta es ¿cuánta? Porque si ninguna empresa de la mediana minería cumple con las normas establecidas, eso podría ser un atenuante para los dueños de la empresa (no un eximente). Mal de muchos, consuelo de tontos. Puede ser, pero si se trata de hacer justicia, no parece justo cargar a una empresa con todo el peso de no haber cumplido con normas que nadie cumple y que nadie tampoco se encarga de hacer cumplir.
En segundo lugar, cabe preguntarse también por la responsabilidad de los mismos trabajadores. La oferta laboral en la zona y en el rubro no es escasa. Eso podría dar pié para pensar que les cabe también alguna responsabilidad por trabajar en condiciones que sabían riesgosas. A fin de cuentas, el primer llamado a cuidar de la propia vida es uno mismo. Este argumento es discutible cuando el afectado no está al tanto del riesgo al que se expone o cuando la necesidad es tan extrema que le priva de la posibilidad de elegir. Habría que determinar si éste es el caso.
En tercer lugar, cabe preguntarse por la responsabilidad que tiene el Estado en todo esto. Hay antecedentes como para pensar que, al menos en parte, la tiene. Un acto directo de un funcionario del Sernageomin habría permitido la reapertura de la mina, pese a no cumplir con requerimientos que supuestamente eran condicionales de esa reapertura.
Pese a todo, no deja de parecerme antiestético que las familias de algunos de los mineros entablen contra el Estado una acción legal de esa naturaleza. Es el mismo Estado el que no ha escatimado en medios (ordinarios y extraordinarios) en lo que se refiere al rescate propiamente tal y a la protección física, psicológica y espiritual tanto de los mineros atrapados como de sus familias. Distinciones de índole jurídica podrían justificar la acción, lo sé. Y por eso mismo digo que la acción legal en cuestión es de mal gusto y no improcedente.
De mal gusto, también, porque el millón de dólares no los paga Moya ni una piñata estatal cuyos fondos caen de cielo, sino del bolsillo de cada uno de los chilenos, esos que a diario le dan al fisco un 19% de lo que gastan. También de los del profesor que salvó a los niños del campamento de perder el año escolar, del que depositó dinero en la cuenta que va en beneficio de las familias de los trabajadores atrapados, del que les llevó pescados y mariscos, del empresario que puso a disposición del rescate sus máquinas y sus empleados. Y de tantos otros que por razones de espacio no puedo mencionar.
Es de mal gusto morder la mano que a uno le da de comer, es contrario a los buenos modales que son, como dice Burke, más importantes que la ley.
El Estado, según la concepción liberal tiene que hacer todo los que los privado no quieren, no pueden o no deben. Desde este punto de vista el privado está en la obligación de tener todas las medidas de higiene y seguridad que el estado exige, para funcionar correctamente. Pero si la empresa no la cumple está infringiendo la leyes del Estado, especialmente a la Constitución. Por lo tanto el estado debe hacerse juez y asumir la responsabilidad de velar por el derecho a la vida. Si el Estado no cumple su función, de asegurar el derecho a la vida está cumpliendo unas de las labores encomendas por la constitución y las leyes. Por lo tanto, según mi posición, es perfectamente valida la demanda contra el Estado, por no realizar unas de las funciones para la cuál fue creado, brinadar seguridad.
ResponderEliminarDos cosas: una, lo infundado de tu columna llega a ser deprimente: lo que sería de mal gusto es que las responsabilidades que le competen a todas as personas involucradas en un accidente gravísimo como el ocurrido con los mineros fueran selectivamente interpuestas, ya que unos "se portaron bien" y otros, por "razones de justicia" no deban asumir el fardo de la responsabilidad por sus hechos culposos (o hasta dolosos, puesto que en el caso podría asumirse que hubo dolo eventual).
ResponderEliminarDos, existe desde la época del Código Civil una norma bastante interesante, la del artículo 23, que señala que lo favorable u odioso de una disposición no se tomará en cuenta para la interpretación de la misma. A qué voy: lo injusto sería que porque consideramos de "mal gusto" una demanda, ésta no se interpusiera. Significa que la vara no mide igualmente a todos y eso es francamente inaceptable incluso en términos morales, más que el "mal gusto". Por cierto, la estética se separó de la moral hace rato.
Por último, la responsabilidad civil se mide por estándares de conductas debidas. En el caso, lo exigible viene dado por reglamentos, que no se cumplieron, y no cabe atenuar la responsabilidad en modo alguno porque los demás no lo hagan. Mal de muchos, responsabilidad de todos ellos, pero en ningún caso una atenuante. En el caso de la responsabilidad del Estado, acá hay una falta de servicio clarísima, puesto que debiendo denegar la reapertura, se ordenó, y ello produjo daños. Es cierto que el Estado debe pagar con mis impuestos, pero lo que yo tengo que exigir no es que no se demande al Estado, sino que el Estado nombre a funcionarios competentes y no implicados con la empresa privada (captura regulatoria). En fin, la responsabilidad de los trabajadores no sería inmediata en este caso, y estaríamos analizando una cuestión amparada por la libertad de trabajo si quisiéramos achacarles responsabilidad. Lo que es claro es que ellos no son los encargados de mantener condiciones de seguridad mínimas, es la empresa.
Como puedes ver, tu columna es un poco liviana - por no decir frívola - respecto del problema que quieres analizar.
Estimada Teresa:
ResponderEliminarEl estado salva a los mineros, aplicando todos los esfuerzos posibles. Es lo debido y lo mínimo, pues su falta de servicio (falta de su deber de fiscalización) es la fuente de su obligación de rescate y luego de reparación por los daños que la omisión en fiscalizar, pudo causarles a los mineros víctimas. Es una cuestión legal y entiendo que la aceptas.
Me referiré al otro aspecto de tu artículo, que estima de mal gusto una eventual demanda. No alcanzo a percibir el pudor que te inspira para afirmar aquello. Personalmente, estimo que un Estado ineficiente es lo contrario de un Estado, pues su justificación es asegurarar el funcionamiento de las normas que nos hemos dado para hacer posible el goce de nuestra libertad y seguridad. Lo que mas lamento, Teresa, es que las oportunidades de formar opinión que tienes, se pierdan a veces, por abrir flancos como el señalado, en que por ejemplo, se reduce a una cuestión de "buen gusto" o de "buenas maneras", la presentación de una demanda a propósito de un accidente grave que ha mandado al fondo de una mina a 33 personas y a todo el país con ellos. El asunto es de alta sensibilidad política y al comunicar ideas sobre esto o aquello, no puede olvidarse la responsabilidad de ser efectívo, claro, sin debilidades discursivas, estimando que no es lo mismo una conversación privada, en el límite amistoso de nuestra casa, que una página donde el ataque agresivo y destemplado de los adversarios del pensamiento libre no dan cuartel.
He leído varios de tus artículo fuera de este blog, son gratificantes en general, pero casi todos tienen la precariedad que señalo. Espero te sea útil este comentario, de muy buena fe.
Dame tu mail para responder... sant-abog
ResponderEliminarLos miércoles de Tere son la versión moderna de los martes de Merino.
ResponderEliminarMe parece irreprochable el juicio de Sant_abog. Es eactamente lo que se podría reprochar. primera vez que leo a una persona que sabe disentir...
ResponderEliminarEs verdad que el Estado se hizo cargo de los esfuerzos por sacarlos y que está destinando a ello mucho dinero. Me imagino que nadie en nuestro país está en contra de eso pues sabemos las condiciones en las que se encuentra la empresa que operaba la mina, más aún el desprendimiento que han tenido de la situación los dueños (no tenían cómo regularizar la situación antes del accidente, menos ahora con toda la tecnología y otros recursos que se han requerido).
ResponderEliminarEl Estado ha sido noble y el compromiso del Gobierno, si bien es leida por muchos de nsootros como una estrategia para reivindicar su imagen dentro y fuera del país, es lo que ha permitido que hasta ahora las operaciones hayan sido exitosas: no le quita ni le pone responsabilidad como ente regulador y a cargo de velar por el bien común.
En un país minero (como también sísimico, 2nd fail), existen órganos especializados en la fiscalización, regulación, prevención y mitigación de daños asociados a la naturaleza de los diferentes eventos que ocurran en contra de la integridad de las personas o sus bienes...
en ese sentido no veo por qué deba ser juzgado como inapropiado que los familiares se querellen.
Gracias por asumir la responsabilidad del caso. Es lo que todos habríamos esperado y dudado también, pero hay que asumir también los errores que se cometieron
Teresa:
ResponderEliminarDebes revisar la construcción del concepto de gusto, como fundamento de la epistemología de la estética.
Shaftesbury, desde el siglo XVIII, comenzó a construir esta categoría como defensa de los ideales clásicos que se iban perdiendo a partir de la irrupción del Romanticismo. En otras palabras, lo del buen o mal gusto no es más que una herramienta para defender intereses de clase o, en términos menos ortodoxos, de comunidad. Por ejemplo, yo podría construir el concepto de "konservative sind scheiße" para describir la estética burguesa de las élites chilenas, y defender y ensalzar la estética de la cultura popular rural.
A lo que me refiero: la categoría de gusto no es neutral, sino que está constituida como una defensa, con forma epistemológica, cuyo valor argumentativo se esconde en el texto de la historia.
Esto queda perfectamente claro en tu cita a Burke "Manners are of more importance than law". Habría que preguntarse: ¿Los modales de quiénes?, al igual que con el gusto al que haces alusión: “¿El gusto de quiénes?”
Para Burke, en cualquier caso, enemigo declarado de la Revolución Francesa, los modales o maneras adecuados son los de la aristocracia pre-revolución (estoy simplificando) y aquello inadecuado es el nuevo marco de legalidad que se constituye a partir de este suceso histórico, es decir, el advenimiento embrionario de la sociedad civil.
Para una revisión del concepto de gusto o de la teoría del gusto sugiero:
- Bourdieu, Pierre. La Distintion.
- Hospers, John. Estética historia y fundamentos.
- Martín-Barbero, Jesús. Oficio de Cartógrafo.
- Subercaseaux, Bernardo. Historia del libro en Chile.
Creo que esto te permitiría desarrollar una visión más crítica e historizada del concepto de gusto, al menos desde una óptica general.
Para terminar, cuando escribes: “Es de mal gusto morder la mano que a uno le da de comer”, te recuerdo que en los modelos históricos y nuevos de esclavitud, es el esclavizador quien da de comer al esclavo. ¿Es válido, en este contexto, defender a los sectores hegemónicos?
P.D.: ¿Eres real? De hecho, esta interrogante me llevó a escribir esta respuesta. A veces me parece que fueras un personaje de Borges, una referencia sacada de una Enciclopedia reaganiana o, para ser más justos, una parodia extraída de Peter Capusotto, un capítulo apócrifo de Plan Z, una Teresa Marinovic Vial de Avellaneda.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermógenes con Tetas, mejor sigue con el festival del lugar común momio, tu análisis "multidisciplinario" da un poco de risa, mejor haz una columna sobre lo atroz que son las madres solteras, especialmente las que tienen cara de india. Besitos, ¡Regia!
ResponderEliminarEstimada Tere. Siguiendo tu línea de argumentación cuando dices (...)"Eso podría dar pié para pensar que les cabe también alguna responsabilidad por trabajar en condiciones que sabían riesgosas.(...)" Muy interesante tu pregunta, o sea que un submarinista de la Marina es responsable de un posible desastre por negligencia, porque tiene una profesión arriezgada? ? O si un error de diseño en un avión causa la muerte de todos sus pasajeros...la responsabilidad es del pasajero por hacer algo tan poco natural como volar? Importante tu pregunta porque nuevamente demuestra tu museal noción de que es la responsabilidad social del Estado vs. la responsabilidad individual de cada ciudadano. Creo que necesitas un crash course en la vida laboral. Talvez sería útil para tu doctorado "proletarizarte" y conseguir un trabajo en una fábrica con labores totalmente manuales. Pero bueno, regreso al tema: Un obrero asume una labor, confiando en que su trabajo estará asegurado por las mejores normas existentes en su entorno. Sean estas normas en Chile, un Estado de Derecho, esas normas no son de papel solamente, sino que deben implementarse. Si el Estado falla en su labor de controlador, entonces falla también al obrero, porque el efecto es en verdad un engaño a trabajar bajo condiciones que no son aceptables según esas normas. Cuando el Estado calla, por coimas o por negligencia, es una acción bajo la responsabilidad legal de las normas, así que éticamente y legalmente, el Estado es demandable. Ahora, el Estado no es la mano que da de comer. Esa comida sale del fondo de la tierra a base de esfuerzo personal de cada uno de esos mineros. Incluso la acción de salvataje también será pagada por los mineros, por medio de esos bienes que posee la empresa, bienes que han sido creados por esos mismos mineros.
ResponderEliminar@ Olguin. Muy bueno su comentario!
ResponderEliminarSólo citas Burke por ser un liberal empedernido??
ResponderEliminarEsa pequeña última linea de tu comentario es lo único que puedes aplicar de tu carrera de filosofia al tema?
Te enseñaron a amar el arte de pensar?
Que fuiste hacer a la universidad?
Que te hicieron en tu vida para que te falte tanta sensibilidad?
sólo me pregunto, siempre pregunto y pregunto.
Me refiero a dos personajes que han ingresado sus comentarios, ambas destemplados, sin un mínimo de "gracia" intelectual y hasta irritados e irritantes. Ellos también fueron invitados a emitir un comentario, están en su derecho. Pero olvidan el deber principal de todo opinante: el silencio, cuando la expresión no hace mejor el mundo.
ResponderEliminarTeresa Marinovic:
ResponderEliminarMi correo electrónico se encuentra entre los datos de ingreso, ya que me suscribí a este blog. Saludos.
sant-abog: no lo encuentro
ResponderEliminarTeresa:
ResponderEliminarTu columna es del todo un bodrio, por lo poco seria e informada y por lo pésimamente mal escrita:
Sólo para darte un ejemplo:
CITO: . A fin de cuentas, el primer llamado a cuidar de la propia vida es uno mismo.
¿Se puede cuidar la PROPIA vida de otros?
OTRA: Pese a todo, no deja de parecerme antiestético que las familias de algunos de los mineros entablen contra el Estado una acción legal de esa naturaleza.
¿ANTIESTÉTICO?
En otra, el Gobierno está haciendo ni más ni menos que lo que como ESTADO debe hacer.
saludos
Tere:
ResponderEliminarCita del penúltimo párrafo: "De mal gusto, también, porque el millón de dólares no los paga Moya ni una piñata estatal cuyos fondos..."
¿Cuándo dices "piñata" quieres decir "piraña", cierto?
Teresa.
ResponderEliminarMI CORREO: sant_abog@yahoo.com
Saludos.
Hasta dónde sé el Estado imputará todos los costos del recate a la Minera San Sebastián, en el juicio que ya entabló el CDE en su contra. Entonces no estoy tan segura de que los costos los paguemos los chilenos...
ResponderEliminarNo le hagan caso esta señora, no tiene idea de lo que habla. Me da lata escribir más de dos líneas en este blog, pero la responsabilidad patrimonial del Estado es un tema muy complejo, y va más allá del buen o mal gusto (?). Dejen esos temas a los juristas, que no abogados.
ResponderEliminarEn serio "Tere", tú a lo tuyo, si quieres tratar de rotos mal agradecidos a los mineros, hazlo, no hay problema, pero no te metas en temas que no manejas, terminas desinformando a la chusma momia que visita tu blog y además, te pones en ridículo.
Una cosa es el Estado y otra el Gobierno. Que se haga una demanda contra el estado no quiere decir que se actuando en contra del actual gobierno, muy por el contrario se trata de dilucidar las responsabilidades que le competen a los organismos del estado, organismos que por cierto vienen funcionando desde antes que el actual gobierno asumiera.
ResponderEliminarPor otra parte como las demandas las entablan los abogados, ellos siempre van a buscar querellarse con el responsable de mayor patrimonio, y en este caso es el Estado (y no el Gobierno de turno) quien más patrimonio tiene. Así que los únicos "antiestéticos" aquí son esos abogados....
Lo encuentro una vergüenza de parte de esos familiares. El Estado ha hecho todo lo posible por rescatar a los mineros...¡y no quedan conformes! Creo que ahí se demuestra la avaricia...Que pena
ResponderEliminarSaludos y te felicito por el artículo!
... de verdad a veces quedo impactada con la poca reflexión que sale de algunos seres humanos... si es que caben en tal categoria...
ResponderEliminaruna pena tu articulo, y una pena que exista gente que piense como tu
y podemos decir que esta mujer recibió "educación"???... puede ser, pero claramente carece de sentido común.
ResponderEliminarespero de todo corazón que nunca te enfrentes a una situación como la de los mineros y sus familias.
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ResponderEliminarOlguín,gracias por la bibliografía, a la que añadiría el análisis de Eco sobre el mal gusto en "Apocalípticos e Integrados", sobre todo porque doña Tere calza perfecto con su concepto de apocalíptico.
ResponderEliminarTe recuerdo que los sustantivos en alemán se escriben con mayúsculas.
Alfredo y Xenon,
ResponderEliminarGracias.
"porque el millón de dólares no los paga Moya ni una PIÑATA estatal"
ResponderEliminarJajajaja, Tere, es Piraña no Piñata
La verdadera vergüenza aquí son las personas que se permiten insultar a otras a causa de la diferencia de opinión. Poner en duda las capacidades y conocimientos del otro no es argumentar: esta actitud es ofensiva y no conlleva hacia discusiones fructíferas de las cuales pueda resultar algún consenso (lo que se espera de cualquier intercambio de opiniones), sino que solamente a un enfrentamiento mutuamente destructivo al final del cual no queda ninguna opinión y se pierde totalmente el sentido de debate que da vida a este y muchos otros blogs.
ResponderEliminarEn cuanto al artículo mismo, el tema exige reflexión: la ley y las costumbres no siempre están de acuerdo en la realidad nacional. Por ejemplo, los partidos políticos no deben instruir a los parlamentarios que forman parte de ellos acerca de cómo votar en el Congreso de acuerdo con la ley, pero es una costumbre que lo hagan constantemente (y hasta expulsen a los que se niegan a hacerlo). Los vehículos de emergencia no tienen algún permiso legal especial para ignorar las señales del tránsito; pero todos admitimos y hasta facilitamos que lo hagan, además de lo cual nadie hace denuncia alguna después de esto. La ley tampoco establece que el Presidente no pueda ser empresario, pero hay muchos escandalizados hasta la histeria a causa de esta situación. Y así podríamos seguir con los ejemplos.
El planteamiento del caso me hizo recordar otro en el que un trabajador resultó herido a causa de cierta labor en el desempeño de sus funciones y el empleador, en lugar de llevarlo a la Mutual de Seguridad, lo llevó a una clínica privada y costeó enteramente su tratamiento. Después de esto, el trabajador denunció al empleador por no haber seguido el curso regular para estos casos. Finalmente, la Inspección del Trabajo falló a favor del empleador, visto que había cumplido con más de lo que exige la ley.
Este caso es similar, pero no es precisamente igual y las condiciones normativas también son distintas. Cuando un evento nos llama la atención acerca de una norma relevante que no está siendo cumplida, vale la pena que echemos a andar toda la maquinaria institucional para que las cosas se ordenen: tolerar el incumplimiento constante en materia de seguridad laboral es un riesgo no solamente para los trabajadores, sino que para muchas otras personas, visto que eso puede conducir a efectos negativos en la productividad y rentabilidad de la empresa que no se preocupa de este aspecto.
De todas maneras, podría bastar con que la Contraloría se hiciera cargo de sancionar al SERNAGEOMIN y de supervisar un mejor funcionamiento de este en el futuro. Porque entablar una demanda significa una especie de enemistamiento y esto no parece apropiado cuando el demandado nos ha prestado toda la ayuda que era necesaria para superar el momento crítico. Por otra parte, tampoco podríamos culpar al Estado en su conjunto por un error cometido en uno de sus servicios, aunque también es necesario admitir que, visto así, el Estado "lato sensu" nunca sería responsable de nada. A causa de lo anterior, conviene que el caso vaya a la Justicia, para que sea ella quien determine las responsabilidades en los hechos. De otra manera, podríamos quedarnos con la duda para siempre. Puede ser poco amistoso y malagradecido de parte de las familias, pero la búsqueda de la verdad y la justicia no está exenta de dolores: esto lo aprendimos ya desde la Antigüedad.
Sabes? Tú, para reproducir un sistema como el actual estás elegida divinamente, deberías haber estudiado derecho que te es en toda su extensión (incluyendo lo principal; múltiples falencias) ameno, cercano y propio hubieses sido buena, ahora, como cualquier cosa en filosofía sólo te queda cumplir el rol de la señora que tiene una librería a pedido...
ResponderEliminarEste es un país libre y cada uno comenta lo que piensa, bien o mal es solo un punto de vista.
ResponderEliminarLo que encuentro atroz, es la gente de poco gusto que se atreve a comentar y demostrar su calidad de persona, sin ningún respeto por lo demás. AL final son ellos lo que quedan de ignorantes y mal educados.
Adelante Tere! este mundo esta lleno de gente sin criterio y mal intencionada.
Ay Teresita, usted tiene serios problemas. Hay una cosa que se llama libertad de expresión y otra que se llama RESPETO. En su columna anterior faltó gravemente el respeto a todo un pueblo y su legítima lucha pecando de ignorante. Debo admitir que me divierto mucho leyendo sus columnas, las encuentro hilarantes.
ResponderEliminarmmm es broma verdad, articulo que sale de esta persona da solo para burla, pobre mina y pobre la Universidad de donde salio.
ResponderEliminarBueno una persona más que solo esta ocupando oxigeno...
Terecita, ¿me puedes decir tú quién decide lo que es de mal gusto y lo que no?
ResponderEliminarU de los Andes... ppfffff
ResponderEliminarahi esta el meollo