Todos dicen- a propósito del caso
Pitronello- que hay que cambiar la ley; yo propongo algo mucho más simple:
cambiar a los jueces. Porque uno puede estar de acuerdo en que tipificar una
acción tiene sus dificultades; y puede conceder también que hay casos en los
que es difícil determinar si una acción concreta cae o no dentro de una acción
tipo.
Pero el fallo al que me refiero
dice mucho más de la ineptitud de los jueces que de la ambigüedad de una ley.
Ineptos, así llamaría yo a quienes no tuvieron capacidad de comprender cuestiones
básicas de la teoría de la acción, que eran suficientes para los efectos de
fallar con sentido común y en perfecto apego a la ley.
Porque cualquier juez sabe que el
acto terrorista no puede calificarse como tal por la simple referencia a la
materialidad de la acción. Un artefacto explosivo se puede usar para vulnerar
cerraduras, para realizar demoliciones e incluso como medio de trabajo en la
minería. La afirmación “Pitronello hizo detonar un artefacto explosivo” no
dice, por tanto, nada; ni siquiera es suficiente como para saber si el rebelde
sin causa cometió un delito y en ese punto estamos todos de acuerdo.
Cualquier juez sabe también (o
debería saber) que las acciones tienen una entidad propia, que tienen cierta
independencia respecto de la intención del agente. Si un hombre le da a su
mujer con un hacha en la cabeza podrá justificarse (incluso sinceramente),
diciendo que su intención no era matarla sino descargar su ira; pero esa
intención suya no lo librará ante ningún tribunal de ser condenado por asesinato.
No al menos si usa ese argumento en su defensa. La intención del agente no
permite obviar la finalidad propia de ciertas acciones: es lo que ocurre en
este caso.
Cuando un hombre instala un
artefacto explosivo en un lugar público (al que habitualmente acceden civiles)
y lo hace a sabiendas de que puede causar daños graves (e incluso la muerte)…
cuando un hombre hace eso y explica su acto en términos de ‘protesta social’, y
el tribunal no considera que haya méritos para hablar de acto terrorista, uno
se preguntan si no coincidieron en la misma esquina una cara de r… y un juez
incompetente. Uno se pregunta, también, si el problema tiene que ver solamente
con la ambigüedad de la ley o con la incompetencia del juez. Porque una misma
acción puede tener más de una intención. Una directa, por ejemplo, y otra
indirecta. Que Pitronello quisiera manifestar cierta disconformidad social, que
esa fuera su primera intención, no excluye que utilizó métodos para hacerlo que
amedrentan. De lo contrario, habría salido a la calle a protestar o, en su
defecto, habría mandado una carta al Mercurio para declararse indignado.
En mi opinión, este caso
demuestra además una cuestión de fondo más grave, que tiene que ver con la
tendencia creciente a crear realidad por la vía del lenguaje. Es lo que se hace
cuando se dice que un carabinero ‘reprime’ porque golpea o aprehende al que tira
piedras. Es lo que se hace también cuando se afirma que un mapuche ‘exige
justicia’ con la quema de fundos o camiones. O cuando se dice que los
estudiantes ‘protestan contra el sistema’ cuando destruyen el mobiliario de sus
colegios o los transforman en centros de tomatina. No es nada nuevo: la creación de
realidad es una práctica ancestral de la política, lo que preocupa es que los jueces no dispongan
de herramientas conceptuales para hacerle frente.
Pitronello es un buen niño. No quiso
asustar a nadie y solo infringió la ley de armas; podría haber estado cazando
sin los permisos correspondientes y su sanción sería más o menos la misma.
Las palabras adquieren su carácter de acuerdo al contexto.
ResponderEliminarPor ejemplo, el contexto define si los jueces son ineptos o muy aptos:
Son ineptos si su objetivo fue impartir justicia e intentaron interpretar el correcto sentido y espítitu de la ley.
Y, son extremadamente aptos si su objetivo es dejar en la impunidad a un individuo que pudiese ser cercano a sus convicciones personales, sus temores o deseos de "actuar de acuerdo a los tiempos", utilizando artificios semánticos para torcerla.
En lo personal, tiendo a creer en lo segundo, porque nadie es tan estúpido a menos que se lo proponga.
Quienes deberían impartir justicia al menos tendrían que saber que toda acción, independientemente de su intención, tiene o puede tener consecuencias. De hecho en este caso tuvo consecuencias en el propio "niño inocente".
ResponderEliminarPero como bien dices nos encontramos frente a la tiranía del lenguaje, como en casi todos los actos públicos o políticos de nuestra sociedad. En nuestro país es prioridad uno atacar al otro, destruir sus ideas, impedir sus logros, cuando en realidad deberíamos trabajar mancomunadamente para avanzar, para construir una sociedad más justa ¿qué importa de quién fue la idea o iniciativa?
Los jueces sólo aplicaron la ley ¡que este mismo gobierno modificó! (http://rod.gs/Uwm). La ley es bastante clara y no deja lugar a una interpretación distinta a la que le dieron los jueces.
ResponderEliminarYo sabía que el poder ejecutivo y el legislativo eran independientes y soberanos en sus decisiones.
EliminarUna cosa es lo que diga una ley y otra distinta como se aplica. Las sanciones tienen una pena mínima y una máxima. Si la interpretación fuera tan clara que no diera lugar a dudas sobre la sanción, mejor que las penas las otorgue un software.
No sé si lo sabes pero... las leyes las aprueban los parlamentarios y generalmente las propone el gobierno. Las leyes no nacen de una divinidad omnisciente y justa.
EliminarEs una hipocrecia que la derecha cada cierto tiempo se escandalice por una bomba mientras que por otro lado viole la ley impunemente.
ResponderEliminarNo es la teoria del empate, pero acaso en la colusion de las farmacias no se perjudico a los sectores mas pobres, viejito y enfermos?. y a veces con sus chanchullos no pusieron en peligro la vida de personas. Por lo que yo entiendo existen medicamentos que al no existir pueden poner en peligro la vida de personas.
Tarea para la casa para Marinovic. Este domingo despues de la misa va a preguntar a las siguientes personas (que van a estar ahi) si creen que lo que hicieron no puso en peligro vidas humanas.
Luis Enrique Yarur, gerente de la farmacia salcobrand. Supernumerario Opus dei.
Guillermo Harding Alvarado. Opus Dei Benefactor de la Universidad de los Andes, gerente de Cruz Verde.
Gabriel Berczely Ator, Gerente de farmacias ahumada. Profesor tambien de la universidad de los andes.
Para no aburrirlos existen otros que estan metidos en este escandalo. Por ejemplo Cristián Steffens, Juan Pablo Montero,etc. Todos ligados a tu sector y profesore en universidades confesionales.
Teresa. Si en algun momento alguien dice que Pitronello va a estar en la misma celda que estos personajes que tanto daño hacen a nuestra sociedad, yo aplaudo de pie. Pero porque ellos libre y Pitronello no?. Despues de todo el perdio un ojo y sus dedos y esto es para siempre. Los otros que perdieron?, nada ganaron dinero a manos llenas y eso tambien es para siempre.
La ley es para todos Marinovic. Este pais no va a soportar por mucho tiempo que un sector minoritario pueda sentarse en la ley cuando se les da la gana y chillar cuando aparece un Pitronello.
Ustedes en la U de los Andes devolvieron algo de los 2000 millones de pesos que dono Yarur el gerente de Salcobrand?. Ese dinero de los viejitos que tuvieron que pagar sobreprecios para seguir respirando?. En otros paises las universidades no aceptan dinero sospechoso. Ni de los Pitronellos ni de ninguna persona que comete delitos.
Marinovic:
ResponderEliminarAlgun comentario acerca de los ejecutivos de una empresa que despues de asesinar seis niños en Chile, solo por el afan de llenarse los bolsillos, quedaron en libertad?.
Quedaron con cuatro años de libertad "vigilada" (eufemismo que suena un poco mejor que decir que quedaron totalmente libres de polvo y paja)
Pitronello puede no ser trigo limpio, pero su aventura le costo una mano y parte de su vision. Estos fueron sumamente competetes su objetivo era llenarse los bolsillos y lo lograron plenamente sin perder ni siquiera su peinado.
Lastima que para eso tuvieron que morir seis niños que no recibieron el potasio necesario que estos individuos decian que tenia su producto. Pero no creo que esos le importe mucho a nuestros delincuentes de cuello y corbata.
Hola! Necesito comunicarme contigo, me puedes mandar un correo a maidamas@gmail.com... muchas gracias!!
ResponderEliminarDoctorado en Heidegger... y en la PUC. Todo calza.
ResponderEliminarTere Marinovic, solo quería decirte que me encanta lo que escribes y como lo haces. Te felicito.
ResponderEliminarel error en este caso no fue de los jueces sino de pésimas decisiones tomas en la linea de investigación (ministerio publico) y del estado (como parte), que como conclusión dificultan llevar una teoría del caso adecuada para lograr que la conducta del niño bueno, pudiese ser considerada por los jueces como aquella apta para calzar en el tipo penal correspondiente.
ResponderEliminarHola Tere; comparto 100% tu análisis.
ResponderEliminarComparto plenamente.
ResponderEliminar